Elaborados Freiremar Vigo despidió a 101 trabajadores, casi la totalidad de la plantilla, sin abonarles el finiquito o la indemnización. Pero la planta de Bouzas, inaugurada en 2003, sigue teniendo actividad. "Sí, aquí hay trabajando gente", asiente uno de los pocos empleados que le quedan a la filial viguesa de Freiremar, que pide no ser citado en esta información. La compañía ha decidido subcontratar los servicios de una compañía que se llama Carvigo, confirmaron desde el comité de empresa a FARO.

Unos quince operarios trabajan "tres o cuatro veces a la semana" y se ocupan del glaseado del calamar, una técnica mediante la cual se sumerge en agua fría el pescado recién congelado para que coja una especie de capa de hielo alrededor para que proteja la materia prima durante su almacenamiento. "El martes cuando estuvimos concentrados delante de la empresa estaban trabajando", confirmó una extrabajadora de la factoría. A los antiguos empleados de Freiremar Vigo no les es ajena la empresa Carvigo. "Se les llamaba a ellos para que glasearan el calamar cuando nosotras no podíamos por tener mucha carga de trabajo", explica la misma extrabajadora. Pero en aquel momento la compañía no había ejecutado un ERE para prescindir de 322 trabajadores en toda España. "Casi todos conocemos al dueño de la subcontrata de verlo por la compañía", dicen los trabajadores.

La plantilla de Vigo espera ahora a que se fije una nueva fecha del juicio en la Audiencia Nacional, en el que los sindicatos piden anular el ERE de la pesquera con base en Las Palmas que supuso la eliminación del proyecto industrial vigués.