Entre el tumulto mediático en torno al futuro de Pescanova y, especialmente, en medio de una batalla entre Damm y los bancos, ayer se produjo un encuentro que podría ahuyentar el fantasma de la liquidación de la multinacional gallega. Una reunión de aparente tregua que se celebró en Madrid y a la que asistieron los asesores de los bancos, KPMG, y el director general de Grupo Damm, Jorge Villavecchia. A fecha de hoy, la banca no está dispuesta a apoyar la propuesta de convenio elaborada por Damm y Luxempart. Sin su respaldo, Pescanova iría camino de la liquidación. Pero ayer KPMG y Villavecchia no solo trataron de calmar los ánimos entre las partes, sino que abordaron la posibilidad de utilizar un resquicio legal para reformar parte de la propuesta de convenio.

Como publicó ayer FARO, un convenio de acreedores no puede cambiarse una vez sea admitido por el juez. Pero por ahora el magistrado no ha admitido el texto para que Pescanova corrija tres aspectos menores. En esa nueva redacción del convenio, que se entregará "lunes o martes", es donde se podrían introducir algunas mejoras que pide la banca acreedora. "La puerta está abierta", expusieron ayer fuentes financieras. Para poder incluir cambios sustanciales en la propuesta de convenio Pescanova -Damm, Luxempart y los bancos- precisarían contar con la complicidad del juez. En teoría, solo se deberían corregir los tres puntos en los que el magistrado ha apreciado errores.

Por ahora, "no"

Si el encuentro de ayer entre Damm y KPMG cuenta con el apoyo de la banca -ayer no todos estaban de acuerdo- y Pescanova presenta una propuesta de convenio modificada para satisfacer a las entidades, la compañía podría evitar la liquidación. "Tal y como está redactado a día de hoy, no lo vamos a aprobar", zanjan desde los bancos. Si Pescanova envía el nuevo texto el martes, esto quiere decir que quedan apenas tres días para que lleguen a un acuerdo. Si Damm y Luxempart entregan el convenio tal y como está redactado, nacerá casi muerto.

Fuentes próximas a la pesquera -celebra hoy consejo de administración- se mostraron esperanzadas. "Hay aspectos asumibles", expusieron. El problema no solo vendrá de las modificaciones que se puedan incluir en el documento, sino en el "enfado" que algunos bancos tienen con el actual consejo de administración de la compañía. "Hay algunos muy mosqueados, que además no están dispuestos a compartir cama con Damm después de habérnosla jugado", dijo un directivo bancario a este diario. Las entidades sostienen que Damm y Luxempart les engañaron con la propuesta. Desde la cervecera reconocieron ayer a FARO que los directivos de Damm "recogieron las propuestas de la banca, pero no se comprometieron a incluir todas ellas en el convenio".

El futuro sin acuerdo

La reunión de ayer en Madrid puede generar algún progreso o, por el contrario, Damm puede perseverar en defender su propuesta de convenio, que implica el pago de 700 millones en entre 8,5 y 15 años, mientras que la banca quiere salvar 1.000 millones. ¿Qué pasaría entonces en Pescanova? El consejo presentaría al juez una propuesta que no cuenta con el "ok" de la banca, con lo que sería un plan ya casi fracasado desde el principio. Pero fuentes conocedoras de situación de Pescanova indican que, aún siendo "casi imposible", "alguien podría convencer a los bancos de apoyarla" durante casi el mes de plazo que hay para adherirse a la propuesta. Por ahora no se trabaja en este escenario tan optimista.

Desde Damm insisten en que su proyecto busca la no liquidación de la multinacional, y defienden que la quita aplicada a la banca -del 72%- es muy inferior a la que sufrirán los accionistas -95%-. Desde el entorno de la cervecera indicen, además, en que no quieren "dejar caer las filiales de Chile, Guatemala y Portugal", algo que les reclama la banca. "Si incluíamos a las filiales extranjeras dentro de la propuesta, no llegaban a nada los 150 millones", explican desde Barcelona. Desde el mismo entorno añaden que el salmón (producido por la filial chilena) quieren salvarlo "a toda costa", aunque de momento se han marcado España y sus filiales como objetivo.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, instó ayer a "todos los agentes implicados" a presentar un acuerdo definitivo para la viabilidad de Pescanova, convencido de que no hacerlo supondría "un error imperdonable". Preguntado al respecto, el presidente gallego ha remarcado que ese acuerdo es "imprescindible" y ha reiterado su llamamiento a la "responsabilidad" de los agentes vinculados con el futuro de la compañía. En concreto, aludió a la "responsabilidad" de los bancos "a las duras y a las maduras", a la de los socios industriales que aspiran a hacerse con el control de la compañía y a la "responsabilidad" conjunta para hacer que Pescanova sea "viable".