El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha asegurado hoy que estará al frente de la entidad "todo el tiempo que haga falta" y mientras tenga el apoyo del consejo de administración y de los accionistas.

Una vez más, en la rueda de prensa de resultados, Botín ha respondido con humor a la pregunta de si piensa abandonar la entidad teniendo en cuenta que cumplirá 80 años el próximo octubre. "No siga, esto lo preguntan todos los años, mientras tenga el apoyo del consejo y los accionistas, voy a estar todo el tiempo que haga falta", ha dicho.

Además, ha añadido que seguirá en la entidad porque "me divierte mucho" y, elogiando a su consejero delegado que lleva menos de un año en el cargo y se encontraba a su lado, Botín ha dicho: "cada día tengo menos trabajo" y, entonces, lo que tengo "lo hago mejor".

Por otro lado, el banquero ha respondido a la pregunta recurrente de si el Santander sacará a bolsa su filial en Reino Unido, Santander UK, y Botín ha insistido en que es una operación a medio plazo y ahora mismo "no está encima de la mesa".

Respecto al fichaje del ex ministro de Economía Rodrigo Rato como miembro de su consejo asesor internacional, Botín ha vuelto a decir que está encantado de que Rato haya vuelto, pues "tiene una gran experiencia" y está "seguro de que aportará muchos beneficios al grupo".

Emilio Botín ha considerado hoy que España está "en el buen camino" y la recuperación de la economía ganará fuerza de forma gradual en 2014, pero aún así ha pedido ser "cautos" porque "las secuelas de la crisis tardarán en desaparecer".

En su opinión, España dejó de ser definitivamente el foco de la crisis para convertirse en un ejemplo por sus reformas, que ya empiezan a dar sus frutos, según ha explicado en la rueda de prensa de presentación de resultados de la entidad.

Eso, unido a que el Gobierno sigue adelante con las reformas, que es "lo más importante", hace pensar al banquero que la economía española crecerá un 1 % en 2014, en línea con las previsiones del Ejecutivo.

Botín ha advertido de que la consolidación de la recuperación de la economía no significa un retorno a la normalidad, si por normalidad se entiende la etapa que España vivió en los años previos al estallido de la crisis.

"Las secuelas de la crisis tardarán en desaparecer: el desempleo, aunque ya se han producido avances en los últimos meses, se mantiene en tasas muy elevadas, por lo que el objetivo debe ser reducirlas", ha añadido.