Juan Manuel Urgoiti llegó a la presidencia de Pescanova el 12 de septiembre de la mano de Demetrio Carceller, quien previamente había consultado con los bancos su opinión sobre el exbanquero para liderar el nuevo consejo. Pero, aunque de inicio se presentó como un negociador, sus recientes declaraciones han irritado a las entidades financieras. Urgoiti insiste en trasladar un mensaje de urgencia máxima en la pesquera, que solo podrá sobrevivir, dice, si se acepta una quita del "80%" de la deuda. "Si liquidan (por los bancos) son los responsables directos, y eso es muy serio en una empresa que es Marca España", resume. La banca entiende que Urgoiti "es la voz de Carceller" y, ante estas declaraciones, lanzan un órdago. Seis bancos españoles, como publicó ayer FARO, preparan ya formalmente una propuesta de inversión alternativa a la de Grupo Damm por Pescanova, y avanzan que será "mejor" para los acreedores. "Hay una propuesta conocida, pero si el juez recibe otra, tendrá que decidir".

Las entidades que capitanean esta iniciativa son las del extinto steering committee: Banco Sabadell, Popular, Bankia, NCG, CaixaBank, Santander y BBVA. Una de ellas -no está entre las más afectadas por la quiebra de Pescanova- no va a poner más dinero, pero el resto están dispuestas a llevar a término este plan. Anticipan una quita "más baja" que la del consorcio que lidera Damm, y que completan Luxempart, KKR y Ergon Capital Partners. Aunque Urgoiti hable de pérdidas del 80% para los bancos, estos niegan la mayor. "Su propuesta supera el 90%", ya que hay deuda para la que plantean pérdidas de hasta el 100%. En todo caso, es un porcentaje "desporporcionado".

"No pueden pretender quedarse con una compañía así por cuatro duros", dicen las entidades, molestas con que Urgoiti especule con que podrían preferir la liquidación de Pescanova. "Nuestro objetivo es el mismo, siempre ha sido el mismo, y queremos y trabajamos por la continuidad" de la multinacional gallega. Recuerdan la línea de crédito de hasta 56 millones concedida a la empresa en junio y que ha permitido que no paralizase su actividad.

El pulso

El choque de espadas es lógico en un proceso de negociación como el que protagonizan los bancos y el consorcio inversor que lidera Carceller, pero las entidades financieras sostienen que su propuesta es "seria". "Vamos a hacer un ejercicio de renuncia importante, y lo sabemos", dicen en relación a la quita, pero no tan abultada. Todavía no han decidido si los 250 millones que tienen que inyectar de dinero fresco -el resto sería capitalización de deuda- provendrían de fondos de inversión o de su propio bolsillo. "De donde sea", zanjan.

Las declaraciones de Urgoiti -las últimas, en una entrevista concedida a El Economista- son "de presión", entienden los bancos, porque "saben que estamos trabajando en nuestra propia iniciativa inversora". El presidente del consejo de Pescanova cree que el acuerdo de financiación entre Damm y los bancos tiene que estar "totalmente" solucionado en enero, para el día 10 ó 12. "Desde la óptica de los plazos judiciales", Urgoiti cree que el tiempo escasea.

"Hay tiempo", replican las entidades, que confían en que los diez millones de euros de los que dispone Pescanova de tesorería -y la que genera el propio grupo- no obligan a correr tantas prisas. "Ellos han planteado una propuesta y nosotros pondremos otra, en función de la que sea mejor tendrá que decidir" la más satisfactoria para los acreedores.