La toma de medicamentos acaba por llegar al agua cuando se tira de la cadena. Son "microcontaminantes emergentes" que llegan a las aguas residuales y que un proyecto pionero, que emprenden cinco empresas gallegas, pretende detectar y eliminar en depuradoras. La compañía viguesa Soluciones Medioambientales y Aguas, SMA, es una de ellas, y la encargada de aportar a esta iniciativa su conocimiento y experiencia en el tratamiento de aguas para pequeñas poblaciones. El proyecto, denominado Demagua, está financiado por el Fondo Tecnológico, la división de los Fondos Feder para las iniciativas de I+D, con una dotación de 1,5 millones de euros. La compañía Labaqua (Santiago) lidera este plan y, además de SMA, participan Viaqua (antigua Aquagest), Espina Obras Hidráulicas (también de Santiago) y Robingal (O Carballiño). Cada una de las firmas aportará su know-how en el tratamiento de aguas. Todas ellas han contado además con el Centro Tecnológico del Agua (Cetaqua), la Universidade de Vigo y la de Santiago.

Las empresas han optado por centrarse en los residuos con origen de productos farmacéuticos, cuya "incidencia en el medio" se ha empezado a descubrir recientemente. "Sabemos apenas un 1% de lo que conoceremos en el futuro", explica el gerente de SMA, Mario González. "Galicia tiene una población más envejecida", lo que también ha decantado la decisión de centrarse en los microcontaminantes farmacéuticos.

La pretensión de la iniciativa Demagua es, en primera instancia, tener "más conocimiento" sobre este tipo de residuos, que llegan a las estaciones de depuración en micropartículas. Además, como sostiene González, el objetivo pasa por "desarrollar técnicas que permitan" su tratamiento específico. No hay nada en el mercado a día de hoy que esté enfocado en la detección de estos contaminantes, de ahí que a largo plazo el proyecto podría exportarse. "Es el comienzo de un largo viaje".

Solución en origen

El proyecto está en fase experimental, y en 2014 empezarán a instalar plantas de depuración en hospitales y geriátricos gallegos (aún no han decidido su ubicación), lugares donde aumenta de forma exponencial el consumo de fármacos. Mario González explica que la idea es "acercar la solución" el máximo posible, puntos donde la concentración de microcontaminantes en el agua residual es más elevada para tratarlos antes de que lleguen a las grandes depuradoras. El tratamiento específico de estas micropartículas en las grandes EDAR sería "muy caro".

Es aquí donde entra la colaboración de la Xunta de Galicia (con el Sergas), la Fundación Novoa Santos y Geriatros. En sus hospitales y centros de mayores es donde se van a probar las nuevas técnicas. Con la instalación de las depuradoras que ha diseñado SMA, que pueden ocupar apenas 30 metros cuadrados, se podrá eliminar los microcontaminantes antes de que el agua residual llegue, por ejemplo, a la gran depuradora de Vigo.