El mayor astillero privado de España cuenta desde ayer con un socio de lujo en su accionariado. PMI, filial de Petróleos Mexicanos (Pemex), firmó en la mañana de ayer el contrato para la compra del 51% de Hijos de J. Barreras por un montante de 5,1 millones de euros, tal y como se había comprometido en la carta de intenciones suscrita a principios del pasado mes de mayo con los accionistas españoles de la factoría naval, el empresario vigués José García Costas y el armador vasco Ignacio Lachaga.

El propio García Costas, acompañado por el conselleiro de Industria, Francisco Conde, el director de PMI, José Manuel Carrera Panizzo, y Carlos Roa, como representante de Pemex, suscribió en persona el acuerdo en el cuartel general de la petrolera azteca. El desembarco de PMI en Barreras allana el camino a PMI y Barreras en la licitación internacional de los floteles de Pemex Exploración y Producción (PEP, otra filial de la compañía estatal azteca) y abre las puertas a nuevos contratos con armadores mexicanos e internacionales. La firma tuvo lugar apenas un día después de que Pemex, Repsol y los gobiernos de España y Argentina desbloqueasen el conflicto abierto por la expropiación de YPF el año pasado.

La propia PMI confirmó ayer que tras la firma del acuerdo con Barreras han avanzado en las conversaciones con armadores "con el fin de confirmar pedidos e iniciar la construcción de barcos en las próximas semanas". Según ha podido saber FARO, PMI es la principal contratista de servicios marítimos para las plataformas petrolíferas que tiene el gigante petrolero en el Golfo de México y en otros océanos del mundo, por lo que cuenta con cierta capacidad de decisión sobre dónde deberían construir las armadoras que trabajan para esta filial sus buques. En la negociación con Barreras, se estaría hablando con compañías armadoras norteamericanas, mexicanas y del norte de Europa para que renovasen sus flotas directamente en las gradas viguesas, lo que permitiría reactivar de inmediato la construcción en Barreras, cuyo último barco zarpó de sus instalaciones en junio de 2011.

Pemex informó a través de un comunicado que la firma de este contrato "es un esfuerzo conjunto encaminado a la reactivación de la industria naval en España, lo que permitirá además desarrollar capacidades en el mediano plazo para la construcción de buques especializados en México, capitalizando así el desarrollo tecnológico del sector naval gallego en la industria petrolera, entre otras".

El pasado mes de mayo la junta de accionistas de Barreras formalizó la operación acordeón con la que se redujo el capital social del astillero a cero euros (en segunda convocatoria tras un fallo de forma en la primera y tras superar el concurso de acreedores en septiembre del año pasado) y posteriormente se aprobó su ampliación hasta 10 millones de euros. En esa operación, José García Costas, a través de las empresas Emenasa y Baliño, e Ignacio Lachaga, el presidente de la atunera vasca Albacora, ya habían confirmado su intención de hacerse con un 20% de acciones cada uno. Finalmente, García Costas y Lachaga han suscrito el 49% de la ampliación de capital, dejando el 51% restante para el desembarco de Pemex. La carta de intenciones acordada en mayo recogía que García Costas se mantendría como presidente del astillero vigués.

El conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, destacó ayer que la operación refuerza la posición de esta empresa viguesa para "garantizar carga de trabajo". La Consellería precisó que Conde viajó ya el pasado domingo a México para participar en los encuentros de seguimiento del acuerdo firmado con Pemex, dentro de la "alianza estratégica" de la petrolera con el Gobierno gallego que comenzó en mayo del año pasado. De esta forma, estuvo presente en la firma para hacer efectivo el acuerdo de adquirir el 51% del capital social del astillero.

El Gobierno gallego resaltó que el acuerdo es "un importante paso adelante en la alianza estratégica establecida entre la petrolera Pemex y el Ejecutivo autonómico" y añadió que refuerza el interés mostrado por la compañía mexicana en las capacidades del naval gallego.

Conde precisó que la operación forma parte del compromiso adquirido por la petrolera mexicana y afirmó que, de este modo, se producirá una "mejora de la capacidad del astillero para la obtención de nuevos contratos abriendo más posibilidades de construcción de barcos para Pemex y reforzando la posición competitiva del astillero vigués".

La operación facilita mucho las cosas a Barreras y a Navantia para adjudicarse la construcción de los floteles de PEP, pese a que la licitación internacional seguirá su curso, según fuentes de la petrolera mexicana.

Las últimas actas del concurso, que se ha retrasado en múltiples ocasiones, indican la presentación final de ofertas está fijada para el 6 de diciembre, y el fallo se conocerá el 30 de ese mismo mes. A partir de entonces habrá quince días para formalizar el contrato y presentar las garantías bancarias para la construcción de los buques. PMI acude a la licitación de la mano de Barreras y Navantia en Ferrol.

El propio García Costas anunció hace meses que la inversión de Pemex en el capital de Barreras "no se descontaría" del contrato del flotel, que ahora podría contratarse por adjudicación directa, sin licitación. También aseguró entonces que la empresa mantenía contactos comerciales para cerrar otros contratos.