El titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente de Gas Natural Fenosa, Salvador Gabarró, presidieron ayer en Chantada (Lugo) la inauguración de la central Belesar II, que amplía la capacidad de producción energética del embalse de Belesar, coincidiendo con el 50 aniversario de este "icono del desarrollo hidráulico" de Galicia.

La nueva minicentral hidroeléctrica Belesar II ha supuesto una inversión de 31 millones de euros y permitirá optimizar el aprovechamiento energético del río Miño. Las nuevas instalaciones consisten en dos grupos de 10,4 megavatios cada uno que tendrán una producción media anual de 138 gigavatios hora al año.

Por su parte, el embalse de Belesar se sitúa en la localidad de Chantada, en la provincia de Lugo, aunque, tal y como resaltaron los técnicos de Gas Natural, abarca los municipios de Saviñao, Taboada, Paradela, Portomarín, Páramo y Guntín, cuyos alcaldes también asistieron al evento.

Galicia es "una potencia europea en tres energías: agua, viento y biomasa," proclamó Feijóo. El mandatario gallego afirmó que el propósito de la Xunta es "conseguir un sistema energético cada vez más sostenible", en el que las energías renovables "juegan un papel primordial". Además, indicó que es cuarta comunidad productora de energía eléctrica, y que en 2011, el 53% de la energía producida en la autonomía eran renovables.

En este sentido, informó de que el objetivo que se ha marcado la administración gallega es que entre 2015 y 2020 se alcance el 95% de la producción de renovables. Se trata de "un "compromiso" que seguirán "monitorizando y apoyando", y una "apuesta de la Xunta por potenciar las energías limpias".

Por su parte, el presidente de Gas Natural Fenosa incidió en que la central de Belesar es "pequeña" pero, en todo caso, "una gran obra de ingeniería" que "marcó un antes y un después en la construcción de este tipo de infraestructuras".

Inaugurado en septiembre de 1963 y diseñado por Luciano Yordi de Carricarte, el embalse de Belesar se ha convertido en estos 50 años en "todo un icono del desarrollo hidráulico de Galicia. Feijóo recordó que "fue la mayor presa hidroeléctrica de España, y uno de los embalses de mayores dimensiones de Europa" y que, de hecho, "sus colosales dimensiones, unidas a las novedades técnicas" sirvieron "de inspiración para presas de otros países".

En la construcción de la central, que duró alrededor de cinco años, se llegaron a emplear más de 2.000 personas de forma simultánea, lo que conllevó el traslado "de todo un pueblo" a Portomarín. Gabarró señaló que, con ella, se crearon "puestos de trabajo" que permitieron la creación de la llamada "generación del embalse".

Referente hidráulico

"Belesar se ha erigido como un referente de aprovechamiento hidráulico, que conjuga el impulso a sectores estratégicos de la economía, preservando, y en este caso, mejorando, la riqueza natural del entorno", explicó el presidente de la Xunta, a lo que añadió que se trata de "una instalación moderna, dotada de la última tecnología, que permite mejorar el compromiso medioambiental y económico" de Galicia.

Belesar II surgió a raíz de un pacto medioambiental, firmado por la Xunta y Gas Natural Fenosa en el año 2000, con el que pretendían recuperar un tramo del río Miño de 1,5 kilómetros -el comprendido entre la presa de Belesar y el punto de descarga de la central- y que, 13 años más tarde se ha convertido en una realidad.