El proceso de liquidación de la filial chilena de Pescanova, la única que produce salmón en el grupo y que factura 200 millones de euros al año, progresa adecuadamente. El síndico de la quiebra (figura similar al administrador concursal en España), Herman Chadwick Larraín, cuenta con que la venta de las tres compañías que pertenecen a Pesca Chile permita pagar todas las deudas, que no superan los 230 millones. Entre los acreedores figura la propia Pescanova, a quien Chadwick reconoce un pasivo concursal de 42,8 millones de dólares. De este modo la venta de los nueve barcos de la filial de pesca extractiva (Pesca Chile) y las granjas de Acuinova y Nova Austral apenas reportará a la multinacional gallega unos 32 millones de euros. Desde el país andino no reconocen a Pescanova ningún derecho adicional por la pérdida de estos activos, en los que la empresa invirtió 186 millones entre 2011 y el pasado mes de abril.

Al contrario que en la legislación concursal española, que pretende la continuidad de la compañía, en Chile un proceso de quiebra solo busca la devolución de la deuda (en este caso con la liquidación de todos los bienes). El inventario está hecho, el libro de venta se ha distribuido y las ofertas ya han llegado. Chadwick habla de un proceso "muy satisfactorio", con más de diez empresas interesadas en adquirir tanto las salmoneras como la flota. Entre ellas están Marine Harvest, Cooke Aquaculture, AquaChile, Cermaq y Pacific Andes International. Esta semana todas ellas pueden visitar in situ las instalaciones de Acuinova (la planta acuícola con más capacidad de producción en Chile, de hasta 80.000 toneladas de salmón al año), Nova Austral (de la que Chadwick dice que tiene las mejores condiciones sanitarias del país) y los barcos de Pesca Chile. Se trata de los buques Cabo de Hornos, Puerto Ballena, Magallanes III, Diego Ramírez, Puerto Williams, Puerto Toro, Ila, Saint Pierre y Côte Saint Jacques, la mayor flota de Chile dedicada a la pesca para consumo humano.

Solo estos nueve buques aportan el 33% de todo el pescado que captura el Grupo Pescanova, y solo en el país andino la compañía gallega faena merluza austral, merluza de cola o bacalao. En aguas casi gélidas los buques faenan también calamares gigantes (giant squids) que Pescanova destina a la producción de surimi en Frinova, filial situada en Porriño. Desde Chile no descartan que, habida cuenta del interés que ha despertado la venta de la compañía, se adelanten los plazos y no sea "necesario" esperar a diciembre para efectuar la liquidación. El calendario inicial fija para la última semana de noviembre la presentación de ofertas vinculantes.

La entrada en quiebra de Pesca Chile, previa a la entrada de los administradores concursales de Deloitte en Pescanova, se produjo por el impago de solo 7 millones de euros de tres pagarés al banco HSBC. El expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, aseguró a varios consejeros el 15 de febrero en Luxemburgo (antes de solicitar el preconcurso) que "la venta de la filial Acuinova Chile estaba cerrada por unos 250 millones de euros y que los resultados de 2012 serían mejores de lo esperado". Así reza textualmente una cronología de la crisis de Pescanova que forma parte de la documentación que tiene el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, y a la que FARO ha tenido acceso. Esto es, solo con la venta de una de las tres filiales chilenas Pescanova contaba con ingresar en febrero casi ocho veces más de lo que la Chile prevé pagar con la liquidación de todo el grupo en el país andino.