La empresa pública española Navantia y la naviera F.Tapias Galicia, del empresario gallego Fernando Fernández Tapias, han firmado este miércoles en Madrid un contrato para efectuar la transformación de un barco de apoyo a plataformas en buque de pruebas de pozos petrolíferos, lo que generará en la ría de Ferrol una carga de trabajo de unas 150.000 horas durante un plazo de cinco meses.

Así se ha informado desde Navantia tras la firma del acuerdo en Madrid entre el presidente de F. Tapias, Fernando Fernández Tapias, y el presidente de la empresa naval pública, José Manuel Revuelta.

Los astilleros de Navantia efectuarán la instalación de una nueva planta de proceso en un barco de apoyo a plataformas recién construido (Offshore Supply Ship-OSS), llamado 'Monforte de Lemos', con el fin de que opere como un buque de pruebas de pozos (Well Test Vessel -WTV) en el Golfo de México bajo un contrato de fletamento con Pemex.

Tras la firma del contrato, Fernández Tapias ha manifestado su "compromiso de contar con Navantia para futuras operaciones" y ha resaltado "el carácter innovador de estos barcos", lo que "supone para Navantia una excelente oportunidad para ser un referente en este mercado a nivel mundial".

Por su parte, Revuelta ha mostrado su "satisfacción por el contrato conseguido" y ha ofrecido a la naviera "toda la capacidad tecnológica e industrial de la compañía para futuras colaboraciones".

En la obra que se realizará en las instalaciones del área de reparaciones de Navantia en la ría de Ferrol se instalará en la cubierta principal una planta de proceso, que recibe la producción de un pozo petrolífero, con el objetivo de analizar el caudal y la calidad del crudo obtenido, así como para realizar la separación de las fases y recoger el sobrante de acuerdo con la nueva normativa medioambiental que ha sido aprobada de forma reciente para la prospección de pozos petrolíferos en el Golfo de México.

Según se manifiesta desde Navantia, se trata de "una obra de considerable complejidad tecnológica e incluye los trabajos de montaje de equipos, fabricación y montaje de tubería, trabajos eléctricos, instrumentación y control, finalización mecánica, integración y tareas previas a la puesta en servicio".

El contrato generará una carga de trabajo de unas 150.000 horas durante cinco meses, y tiene como "valor añadido" el hecho de "situar a Navantia en una posición ventajosa para optar a futuros contratos de transformación o construcción de este tipo de barcos", considerados "innovadores en el mercado". Esta tecnología está siendo cada vez más demandada para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y para evitar la contaminación de aire y mar.