El plan de reestructuración iniciado el año pasado y la nueva política comercial de las marcas han permitido a PSA Peugeot Citroën coger oxígeno en el primer semestre del año. El grupo francés redujo casi a la mitad sus pérdidas en ese periodo, en el que los números rojos sumaron 426 millones de euros, un 48% menos que un año antes.

La multinacional ha conseguido congelar sus gastos (por los planes de ahorro y las sinergias que ya aporta la alianza con General Motors) y el éxito comercial de los nuevos modelos como los que se fabrican en Vigo llevaron ayer a su presidente a asegurar que ya se perciben "los primeros síntomas de recuperación del grupo".

Philippe Varin citó directamente a los sedanes vigueses 301 y C-Elysée, que ya superan sus objetivos de ventas en un 40% y un 30%, respectivamente, y al nuevo Citroën C4 Picasso, que, con el nuevo Peugeot 308, comparte la nueva plataforma modular del grupo (la EMP2) que permite reducir costes y mejorar la calidad.

El patrón de PSA destacó que este año se pusieron en marcha medidas, "en muchas ocasiones difíciles", orientadas a recuperar la rentabilidad de la empresa, como el plan de reestructuración, una nueva gestión de caja y una ofensiva comercial. El primero incluye el cierre de una fábrica en Francia, la de Aulnay-sous-Bois, a las afueras de París, y la reducción de capacidad del histórico centro de Rennes, en la Bretaña francesa. En total, la multinacional recortará unos 8.000 puestos de empleo (sin despidos).

"Los modelos lanzados recientemente superan los objetivos iniciales de ventas y continuarán con su progresión en la segunda mitad. La globalización está en proceso, con un excelente comportamiento especialmente en China", afirmó Varin durante la presentación de resultados del grupo en París.

Los ingresos de la multinacional francesa alcanzaron un volumen de 27.710 millones de euros hasta junio, lo que se traduce en una disminución del 3,8% en comparación con los 28.809 millones de euros facturados en los mismos meses del año precedente. El consorcio cerró el semestre con unas pérdidas operativas de 65 millones de euros, lo que representa un aumento del 27% respecto a las cifras del mismo período de 2012.

Para el conjunto de 2013, PSA prevé que las ventas de coches caigan un 5% en el mercado europeo, mientras que en China crecerán un 10% y un 2%, en Latinoamérica. En este entorno, la empresa prevé experimentar una "muy significativa" disminución de su flujo de caja operacional para el próximo año.

Varin subrayó los efectos positivos que supondrá la alianza con GM. El uso compartido de la nueva plataforma modular del grupo (como la que dispone PSA-Vigo) permitirá un ahorro de 350 millones al año en el diseño de nuevos vehículos. Además, la nueva central de compras de la alianza ya aportó desde su constitución el 25 de febrero un ahorro de 60 millones de euros.