Vigo calienta motores para la marcha de esta tarde a las 20.00 horas en defensa del naval. Los astilleros han vuelto a recorrer el centro de la ciudad para pedir el respaldo de la ciudadanía a la causa de los astilleros. Y lo han hecho a la misma hora que en Bruselas el comisario europeo de la Competencia, Joaquín Almunia, recibía al frente español encabezado por el ministro Soria -escoltado por los presidente de Galicia, País Vasco y Asturias-.

De punta a punta de la ciudad, los trabajadores del naval, unos 2.000 según EFE, arrancaban esta mañana su marcha unos desde Teis y otros desde Orillamar -astillero Hijos de Barreras-, para reunirse en Urzáiz, conitnuar por Lepanto y bajar hasta la Agencia Europea de Control de la Pesca, en García Barbón.

Un par de petardos y el izado de su bandera (con las ocho estrellas que simbolizan los astilleros de Vigo) en lugar de la europea, fueron las únicas anécdotas de la movilización. Los trabajadores portaron una larga escalera para dejar su estandarte en la fachada del inmueble europeo como símbolo de su lucha. Ya lo clamaron allí mismo, donde celebraron una asamblea: "Esto es una guerra, y en la guerra o matas o mueres", según un portavoz de la CIG.

Por lo demás, el gran mensaje de esta marcha matutina fue la llamada a la población para que esta tarde el clamor de los astilleros vigueses sea contundente. "Las decisiones se pueden revetir", afirmaba el representante de CCOO, Ramón Sarmiento, antes de advertir que el camino no se agota el día 17, cuando tenga lugar la votación que definirá finalmente si España tendrá que devolver las ayudas o no.