La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) posee ya un documento con las conclusiones preliminares de la auditoría forense de KPMG sobre Pescanova. Un trabajo detectivesco realizado por un equipo de analistas, policías en excedencia, informáticos o contables y que muestra "numerosas irregularidades" acometidas por la cúpula de la multinacional en los últimos años. Según pudo saber FARO en fuentes de toda solvencia, el texto señala que Pescanova utilizó filiales como "sociedades instrumentales para ocultar deuda y pérdidas", una práctica que sospechaban ya en el entorno de BDO (auditora de la empresa desde 2002) y de algunos accionistas. "De este modo el cash flow declarado no obedece a la realidad", de acuerdo con las mismas fuentes. El cash flow es un término anglosajón que se refiere a la capacidad de una empresa para generar dinero, o los recursos generados por ésta.

La sospecha que se desprende del informe preliminar -no es definitivo, por tanto- es que los beneficios declarados por la compañía en los últimos años "pueden ser pérdidas". "Es necesario rehacer todas las cuentas" de la multinacional, siempre según el documento elaborado por la auditoría forense, cuyo encargo se atribuye la CNMV pero que desde Pescanova se asegura que fue una propuesta del presidente, Manuel Fernández de Sousa.

El ejercicio de 2012 se cerró con pérdidas, como así lo sostienen desde el entorno de la multinacional a este diario, "y no fueron menores". Entre 2008 (después de haber duplicado sus activos fijos por la expansión en acuicultura) y 2011 Pescanova declaró unos beneficios después de impuestos de 144 millones de euros después de impuestos. En los últimos días varios consejeros consultados por FARO avanzaron que KPMG iba a "descubrir barbaridades" en la gestión. "Es inevitable que se señale a ciertos directivos o exdirectivos que actuaron quizás por obediencia, pero Sousa no pudo hacer todo él solo".

En este sentido, el documento señala hasta a cuatro directivos y exdirectivos de área como "implicados" en las prácticas supuestamente irregulares llevadas a cabo por la compañía gallega. Se trata del exdirector financiero (jubilado) y su sucesor, el director de Administración o el de Auditoría. "Hay gente que con buena o mala voluntad han sido imprescindibles" para armar la "doble contabilidad" que se le atribuye a la empresa. Según la memoria anual de Pescanova, y a excepción del directivo retirado, el resto continúa trabajando en la empresa y formaron parte de los consejos de filiales como Hasenosa o Pescafina y continúan siendo apoderados de otras como Fricatamar (Valencia), Bajamar Séptima (Arteixo) o la propia Pescanova, de acuerdo con los datos del Registro Mercantil.

Directivos

Las conclusiones preliminares del trabajo de KPMG avanzan además que Pescanova "falsificó facturas, más allá de haber utilizado el factoring" para obtener liquidez de forma presuntamente irregular. Como ya avanzó este diario, desde la Audiencia Nacional (es el juez Pablo Ruz quien instruye el caso) y Fiscalía Anticorrupción decidieron esperar a conocer el informe de KPMG para interrogar a Manuel Fernández de Sousa, al que por ahora se le imputan tres delitos: uso de información relevante, falseamiento de cuentas y de información financiera.

Desde el Ministerio Público confiaban, antes de conocer los avances de la auditora, en ampliar la lista de imputados en el colapso de la segunda multinacional gallega y la quinta empresa pesquera más importante del mundo, ahora inmersa en un concurso de acreedores por más de 3.400 millones de euros.