Santos M. Ruesga, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid, es uno de los doce expertos fichados por el Gobierno de Mariano Rajoy para dar una vuelta de tuerca más al sistema de pensiones, y una de las tres voces discordantes con el documento que está sobre la mesa. En su opinión, se plantea un doble recorte de las prestaciones con el que discrepa, entre otras cuestiones, porque va a suponer una ruptura social entre pensionistas de primera clase, de segunda e incluso de tercera, en función de la capacidad de ahorro que se tenga durante la vida laboral. El Gobierno quiere una propuesta de consenso para trasladar a Bruselas y al Pacto de Toledo.

-Se han dado más tiempo para ese consenso. ¿Será posible?

-En las condiciones actuales va a ser imposible, porque yo no voy a respaldar lo que hay sobre la mesa.

-No ha estado de acuerdo desde el principio.

-Me invitaron a participar y acepté porque me pareció que era interesante y podía aportar cosas. Pero nos hemos excedido del mandato. Teníamos que hacer una propuesta para el desarrollo del factor de sostenibilidad, la fórmula que a partir de 2027 modificaría los parámetros del sistema de pensiones según la esperanza de vida. Pero nos encontramos con que lo que se plantea es una nueva reforma que recorta más las pensiones.

-¿Otra vez?

-Sí, y lo hace por una doble vía: a los pensionistas futuros, que ya van a sufrir un recorte por la anterior reforma de 2011, que exige más años de cotización y más edad para jubilarse, pero también a los de ahora, al desligar la actualización de las pensiones del IPC y ligarla a los ingresos y gastos de la Seguridad Social. Es injusto e innecesario.

-Cada vez hay más pensionistas y menos personas cotizando, y la esperanza de vida es mayor.

-Hay otras fórmulas que se pueden estudiar sin abandonar el principio de solidaridad.

-¿Cuál es su propuesta?

-Existe margen por el lado de los ingresos para afrontar los retos de futuro. La reforma de 2011 nos da un margen para hacer una transición y ajustar el sistema, de tal manera que parte de la contribución a las pensiones pase a los Presupuestos Generales del Estado.

-¿Plantea subir los impuestos para pagar las pensiones?

-Según las estimaciones del Gobierno y de Bruselas, la aplicación de la reforma de pensiones en vigor supone ahorrar en el gasto en pensiones entre tres y tres puntos y medio del PIB. Esto significa que en el 2060, la cifra que se destinaría a pensiones estaría ligeramente por encima del 13% del PIB, es decir, en la media europea que se estima para entonces. Esto ya está en marcha, pero puede ocurrir que aún así haya menos cotizantes que pensionistas; pues desde un punto de vista de solidaridad intergeneracional parece razonable que los que trabajen asuman un mayor esfuerzo financiero para transferir recursos y que las pensiones mantengan su poder adquisitivo.

-Plantear un incremento fiscal en época de bonanza es razonable, pero en plena crisis y con la "hucha" de la Seguridad Social bajando...

-El Gobierno y la CE calculan que la Seguridad Social tenga superávit en 2017 o 2018, lo que supone que antes habremos salido de la crisis y habrá más trabajadores cotizando. Ahora mismo, el fondo de reserva puede hacer frente al pago de las pensiones. El problema es que queremos ver cómo ahorramos en el futuro sobrecargando el sistema con elementos adicionales, con más recortes, cuando todavía no hemos dejado que funcione la reforma de 2011 lo suficiente como para ver sus resultados y aprovechar el margen de tiempo que tenemos hasta 2027 para ir adaptando el sistema manteniendo la solidaridad con la que ha funcionado hasta ahora.

-¿Se abre la puerta a los fondos privados de pensiones?

-No dude de que aquí lo que subyace es la idea de abrir espacio a las pensiones privadas. Y yo no estoy de acuerdo porque se perjudica a la mayoría de la población. ¡Ya está bien! Lo que van a provocar es una mayor brecha social, que haya ciudadanos de primera y de segunda, y pensionistas de primera, de segunda y hasta de tercera.

-¿Tan bajas llegarán a ser las pensiones?

-Mire, bajan los salarios, las cotizaciones y los ingresos y aumenta el déficit, y ahora para solucionarlo, lo que se les ocurre es que hacemos más recortes. ¿Hasta dónde? ¿cuánto más? Los que hayan podido ahorrar durante su vida laboral y los que hayan invertido en fondos de pensiones privados, podrán compensar la pensión del sistema público y vivirán razonablemente o bien. Pero ¿quién puede ahorrar? Los que más ganan. Y el resto, que serán la mayoría, con unos niveles salariales medios, tendrán que arreglarse con una pensión raquítica. Lo siento, pero yo no puedo aceptar este modelo. Me niego y así no habrá consenso.

-Bruselas acaba de exigir que se acelere más la reforma de las pensiones y hoy se conocerán las nuevas recomendaciones para ampliar en dos años el margen para reducir el déficit.

-Lo de Bruselas es... Le voy a dar un dato a raíz del sistema de pensiones. A Grecia, que sabe que está intervenida, la "troika" le obligó a reformar su sistema de pensiones, y que se actualicen en función del IPC, y no en función de los ingresos y los gastos del sistema. Y a nosotros, con nuestra revisión de las prestaciones referenciadas al IPC, nos dicen que no, que hay que hacerlo de la otra manera. ¿En qué quedamos?

-Bien, pero el Gobierno adquirió unos compromisos...

-Sí, nos hemos comprometido con el déficit, pero que yo sepa España es un Estado soberano, y lo único que se está haciendo es cumplir con lo que nos mandan en Bruselas. Cada vez que Rajoy va allí, vuelve con un recado y más recortes.Ya está bien. Es cierto que tenemos que cumplir los compromisos adquiridos, pero ya estamos llegando al límite de los recortes. Mientras no haya un cambio, no crecerá el empleo y esto irá a peor.