El contrato único no es una propuesta nueva sino que ya lo maneja la CE, según recuerda el profesor Alberto Vaquero. Aunque ahora se planee su generalización, recuerda, nació como parte de una propuesta para mejorar la inclusión laboral de los jóvenes.

Vaquero recuerda que para lograr los objetivos de la Estrategia 2020 en empleo, la CE propone varias iniciativas. Una de ellas, "Juventud en Movimiento", entre otras muchas medidas, compromisos para los Estados, incluía el "contrato único" para frenar la fuerte segmentación del mercado de trabajo, buscando establecer un único indefinido, pero con un nivel de indemnización por despido creciente en base a la duración del contrato.

El contrato único también puede ser un instrumento, apunta Vaquero, para alcanzar la "flexiseguridad" en el trabajo, modelo que siguen los países que mejor están capeando la crisis en Europa y mejorando sus niveles de ocupación, como Dinamarca, Finlandia o Suecia.

La última reforma laboral española ha producido "ciertos avances" hacia ese modelo, según Vaquero, aunque son "asimétricos , puesto que se han introducido reformas en costes de despido y organización interna. Se posibilitó "una mayor flexibilidad para la contratación, relaciones laborales y el despido, pero se han dejado para otro momento medidas para mejorar la seguridad en el trabajo, y en especial no se ha avanzado casi nada en el tratamiento de las medidas activas de empleo", indica el profesor Vaquero. "La flexiseguridad precisa de mayor nivel de seguridad social, fuerte apuesta por las políticas activas en el mercado de trabajo y el papel de los agentes sociales, permitiendo la existencia de niveles de seguridad social elevados, aunque coexistan con el paro y no ir a una política de mínimos. Con la flexiseguridad no se genera una colisión entre mejorar los niveles de empleo y los niveles de bienestar de la población",concluye Vaquero.