"Serunión tenía serias dudas de si iba a cobrar o no por los servicios que presta a Pescanova y decidió abandonar". Así resumió un responsable sindical de Pescanova lo sucedido con Serunión, compañía que tiene la concesión del comedor de la multinacional en Chapela. Como publicó ayer FARO, la continuidad de su servicio estuvo en el aire, como confirmaron también desde la compañía con sede en Barcelona.

"Son clientes desde hace 14 años", expusieron desde Serunión, "y es cierto que esta mañana (por ayer) ha habido unas conversaciones con la administración concursal en la que nuestra empresa ha accedido a dar un margen más de tiempo" a la pesquera, durante el cual se mantendrá el servicio del comedor. "A ver cómo continúan los acontecimientos", sostuvieron las mismas fuentes de la compañía, que atiende a 337.000 comensales cada día en España.

Los administradores concursales, Senén Touza y Santiago Hurtado, mantuvieron ayer reuniones con los comités de empresa de varias filiales del grupo, a los que les trasladó su intención de preservar al máximo los puestos de trabajo. Los gestores de Deloitte acudieron acompañados por la directora de Recursos Humanos, Susana San Segundo Fernández, algo que no sentó bien en todas las centrales. "Si pretenden un cambio no nos parece normal que vengan con los mismos ejecutivos que han estado al frente mientras se gestaba el problema".