A mediados de abril, los accionistas más beligerantes contra la gestión de Manuel Fernández de Sousa en Pescanova, aseguraron a FARO que estaban estudiando la posibilidad de demandarlo. Eran el Grupo Damm, Iberfomento y Luxempart, representados por José Carceller, José Antonio Pérez-Nievas y François Tesch, respectivamente, en el consejo de la pesquera. Han sido los extranjeros los primeros en dar el paso al anunciar formalmente que preparar una acción judicial contra el presidente del grupo. Luxempart, que ostenta una participación del 5,83% en Pescanova, quiere obtener una condena penal y reparaciones civiles por su gestión al frente de la compañía, según informó el fondo a sus accionistas.

Asimismo, solicitará la convocatoria de una junta general extraordinaria para designar un nuevo consejo de administración válido que colabore con Deloitte, el administrador concursal de la gallega, para resolver los problemas en la compañía en interés de todas las partes interesadas. Por ahora Sousa sigue en la presidencia del mismo, aunque por orden del juez no tiene poderes ejecutivos. Además, el mandato de Sousa como consejero finalizó el 23 de abril y en absoluto tiene garantizado -más bien lo contrario- obtener la confianza de la junta para revalidar el cargo.

Luxempart, que reclamará sentarse en este nuevo consejo, ofrece también su colaboración a las autoridades judiciales españolas para esclarecer los problemas de tesorería y las supuestas irregularidades en la compañía gallega y depurar responsabilidades. La compañía se ha mostrado "muy satisfecha" con la decisión del juez de declarar en concurso a Pescanova, lo que provocó que Fernández de Sousa, fuera relevado de sus funciones ejecutivas, al tiempo que advierte de que las medidas legales que adopte para proteger sus intereses pueden extenderse contra otras personas, sin precisar quiénes.

Prestigio

Tras subrayar que el consejo de administración de Pescanova rechazó sus propuestas para recuperar la confianza de los mercados y los bancos, Luxempart ha confiado en que el sistema judicial español realizará su trabajo "objetivamente" para mantener la confianza de los inversores en las empresas que cotizan en bolsa en España. Esto, como han señalado también desde la banca, es una mención indirecta al hecho de que este caso está dañando la llamada Marca España, puesto que cada semana se conocen novedades sobre una firma que, por ser cotizada, debería ser transparente al máximo.

El fondo, representado por Francois Tesch en el consejo de administración de Pescanova, ya ha dado por perdida su inversión en el grupo, ante la "incertidumbre" que existe sobre la continuidad de su negocio, por lo que decidió provisionar un total de 43,9 millones de euros. De hecho, Luxempart ha tenido que aprobar una devaluación correspondiente a un valor cero de la participación y aplicar una "fuerte reducción" del valor de las obligaciones convertibles, con un impacto en la cuenta de resultados de 48,22 millones de euros. El fondo constata además que la situación de Pescanova podría tener un impacto negativo suplementario de unos cuatro millones en 2013, así como la pérdida de un millon de euros sobre la cesión de una parte de las obligaciones convertibles.

Por su parte, Damm, que prevé realizar una provisión en las cuentas del primer trimestre de este año por el impacto que pueda tener el concurso de Pescanova, valoró a fecha de 30 de abril su 6,2% de Pescanova en apenas 25 millones de euros.