La llegada de Deloitte a Pescanova como administrador concursal -y la retirada de todo el poder ejecutivo a Manuel Fernández de Sousa a su consejo- ha propiciado ya la resurrección de un órgano que se daba por muerto: el steering committe. El comité negociador de la banca acreedora, formado por siete bancos en representación de más de 40 entidades españolas y extranjeras, tiene una cita el lunes en Madrid. La auditora Deloitte, elegida por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como administrador concursal de la multinacional gallega, se reunirá con estas entidades en su sede, ubicada en la Torre Picasso de la capital española. Acudirán Banco Sabadell, Popular, CaixaBank, Deutsche Bank, RBS, Bankia y Novagalicia Banco, según pudo contrastar este diario.

Como avanzó ayer FARO, los dos gestores que están al mando de Pescanova -del equipo de Deloitte- ya se marcaron como objetivo número uno citar a la banca en "próximos días" para retomar las conversaciones sobre la urgencia de liquidez que sigue ahogando al gigante de Chapela. Y así ha sido, los gestores Senén Touza y Santiago Hurtado llegaron este jueves a Vigo y apenas tardaron 24 horas en organizar un encuentro con las entidades financieras. "Sobre la mesa está esa línea de liquidez de 60 millones de euros", explicaron fuentes financieras. Es lo permitiría a Pescanova afrontar los pagos de máxima prioridad, como las nóminas o impuestos. Una vez declarada en concurso ya está exenta de pagar los intereses de sus préstamos a la banca (aunque acumulaba impagos antes de suspender pagos).

Mejores sensaciones

La predisposición de la banca es ahora "mejor" una vez que ya no tienen que negociar con el equipo de Sousa, que les entregó un mapa de deuda que no incluye los pasivos con Hacienda y la Seguridad Social ni con los proveedores comerciales. "Con los gestores de antes no avanzaba nada el tema", sostuvieron desde un banco acreedor.

"Ahora están los profesionales de Deloitte, KPMG está haciendo su trabajo (la auditoría forense, especializada en detectar fraudes) y el interlocutor nos ofrece garantías", agregaron desde la misma firma.

En cualquier caso, la banca primero quiere conocer "cuál es el plan de negocio, un plan de viabilidad" para que "esos 60 millones no se sumen a esos más de 3.000 millones que ya tenemos ahí". A esa cifra habría que agregar los casi 400 millones de bonos obligatoriamente convertibles en acciones y lo que no aún no se conoce: ese pasivo con la administración y los proveedores. El 80% del pasivo está en la matriz y el resto en filiales y otras empresas repartidas por todo el mundo.

Teniendo en cuenta que Deloitte acaba de aterrizar en la empresa y que ha reconocido que necesita un mes más para validar las cuentas de 2012, la banca presume que el lunes no recibirá grandes concreciones de la auditora, sino que el encuentro será más una "toma de contacto" para recuperar una relación con necesidades recíprocas: Pescanova necesita a la banca y a la banca -al menos a la española- le interesa la mejor de las soluciones para Pescanova. Ya han tenido que provisionar el 25% del crédito concedido a la pesquera y están en la "predisposición" a que no pase un año y las provisiones tengan que alcanzar el 100%.

"Sabemos que vamos a trabajar a contrarreloj pero también que Pescanova es viable", expresan desde una entidad española. "Pero le aseguro que las entidades extranjeras tienen una percepción bien distintas, ellos querrán una quita y largarse cuanto antes". A este respecto, la banca estatal está "implicada y comprometida" con la multinacional pesquera.

Plan de viabilidad

El trabajo ahora de Deloitte va a ser paralelo: con la banca y con los números de una casa hermética y con unos métodos de gestión que se han revelado como mejorables. Touza y Hurtado disponen ahora de dos meses para elaborar el informe concursal en el que harán una foto de los bienes de la compañía, de los créditos concursales (los adquiridos antes de suspender pagos) y de la lista de acreedores. La inyección urgente de liquidez dependerá de la agilidad que el equipo de Deloitte, apoyado por la auditoría de KPMG, tenga para preparar una propuesta de plan de viabilidad que convenza a los bancos. Según personas próximas a Pescanova, la multinacional no dispone de "tanto tiempo" como para aguardar dos meses por una inyección de liquidez.

Cuando se inicie la fase de convenio Deloitte presentará una serie de medidas que podrán pasar por una quita -más que previsible- con demora en los plazos de cobro y a la obtención de recursos para pagar la deuda concursal. ¿Cómo? Con venta de filiales, un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) -o más de uno, si se aplica en alguna filial- o la refinanciación del pasivo (pagar más tarde las deudas). Será la junta de acreedores la que, finalmente, decida si acepta o no el plan de viabilidad -el convenio- para determinar si Pescanova se salva aún perdiendo tamaño o coge velocidad hacia la liquidación.