No era una profecía sujeta a un condicional ni un pronóstico de agoreros. La caída de filiales una vez ha estallado la insolvencia de Pescanova es un hecho consumado que se ha derribado ya dos fichas del dominó: Pescafina, que se acogió al preconcurso de acreedores el 8 de abril, y Argenova (filial argentina de la multinacional con sede en Chapela), que ultima la declaración de concurso de acreedores, como publicó ayer FARO en exclusiva. Tal y como constató este diario, los problemas de liquidez de la matriz han afectado directamente a Argenova, de la que Pescanova posee el 94,99% del capital social. Fuentes del entorno de la compañía, que tiene en Buenos Aires su sede central, explicaron que los servicios jurídicos están tratando de "desvincular Argenova de Pescanova" mediante "algún trámite administrativo que aún se está estudiando".

El presidente de la Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca, Jorge Frías, constató a FARO esta información. "Es algo en lo que está trabajando Jaime Pérez Pena (el máximo responsable de Argenova)". "Por ahora lo que ha hecho es tratar de mantener la actividad de la flota al margen de los problemas de la sociedad madre (por Pescanova)", explicó en una conversación telefónica con este diario. ¿Pero" cómo es posible desvincular Argenova de Pescanova? Esto es lo que dirimen, según las fuentes consultadas, en Argentina. Además, son "conscientes" de que cualquier decisión dependerá ahora del administrador concursal, que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha querido que sea la auditora Deloitte. Esta firma, según Pescanova, tomará hoy una decisión al respecto ya que tiene que comparecer ante el Juzgado de lo Mercantil 1 de Pontevedra para aceptar (o no) el encargo del regulador bursátil.

Venta de filiales

"Es complicado, ahora mismo la dirección de las filiales está en manos de gente de confianza del equipo del presidente (por Manuel Fernández de Sousa), con lo que imagino que habrá muchos cambios", señalan desde el entorno de la pesquera gallega. El temor, en todo caso, no es solo a que Argenova suspenda pagos y no pueda retomar la actividad, sino que la administración concursal empiece a podar el árbol de mil ramificaciones que emanan del Grupo Pescanova, la cuarta compañía pesquera a nivel mundial.

"Lo lógico es que el dinero que genera Argenova vuelva a Argentina de alguna manera", explicó Frías. Según su testimonio, los ingresos de la filial -ahora menguados hasta que no se retome la campaña de los tangoneros (especializados en faenar langostino)- se derivan a la matriz toda vez Argenova consolida en Pescanova, pero la compañía sudamericana no recibe liquidez y se ahoga antes de llegar a la orilla. "Es básico que haya una circulación de capital", reclamó Frías. "Estamos esperanzados en que esto tenga una buena solución, y no queremos perder esas buenas esperanzas". Tanto desde el sindicato de capitanes y patrones como fuentes de la tripulación de cubierta explicaron a este diario que, "a día de hoy", no han sufrido atrasos en el cobro de sus nóminas.

Argenova tiene dos fábricas (una, en Comodoro, la han cerrado, y la otra en Puerto Deseado) y tiene 14 buques de pesca.

Protesta de los trabajadores en el Primero de Mayo - El comité de empresa de Pescanova SA, donde el sindicato Comisiones tiene amplia mayoría, aprovechó ayer la manifestación por el Primero de Mayo para reclamar la defensa de los puestos de trabajo en la pesquera con sede en Chapela. Los trabajadores, que se reunirán en diversas asambleas a lo largo de la semana próxima, pidieron también que se conserven los empleos en las demás empresas del grupo, ya que hasta la fecha solo la matriz se encuentra oficialmente en concurso de acreedores.