Bruselas sospecha que las ayudas concedidas por Francia al grupo PSA Peugeot Citroën para su reestructuración pueden ser ilegales. La Comisión Europea (CE) confirmó ayer la apertura de una investigación "en profundidad" para determinar si los 7.000 millones de euros movilizados por el Elíseo en forma de avales para evitar la quiebra de la financiera de la multinacional automovilística, Banque PSA Finance, se ajustan a las reglas de juego comunitarias en materia de empresas en crisis y no distorsionan la competencia.

Detrás de la apertura del expediente se encuentran las quejas de algunos estados federales alemanes que tienen participación en el accionariado de importantes marcas germanas, y que no ven con muy buenos ojos las ayudas públicas francesas para salvar PSA. El Gobierno de François Hollande movilizó 7.000 millones de euros en avales para su financiera y 85,9 millones en subvenciones y anticipos hasta finales de 2015.

Con esta investigación, Bruselas pretende averiguar si las distorsiones que podría provocar ese plan de reestructuración en el mercado automovilístico son proporcionales a las garantías aportadas, según la Comisión. El Ejecutivo comunitario precisó que la apertura del procedimiento otorga a las partes interesadas la posibilidad de remitir sus comentarios y que no prejuzga el resultado de las pesquisas.

La CE también recordó que las inversiones públicas en empresas cumplen las normas comunitarias sobre ayudas estatales cuando se realizan en unos términos que un actor privado estaría dispuesto a aceptar según la situación del mercado.

El fabricante francés, por su parte, recalcó que se han adoptado medidas para evitar distorsiones indebidas en materia de competencia. La reestructuración de PSA supone el cierre de una planta en Francia (Aulnay-sous-Bois) en 2014, la reducción de la capacidad productiva de un segundo centro (Rennes) y la supresión de unos 8.000 puestos de empleo.

La multinacional, que tiene dos plantas en España (Vigo y Madrid), también ha reducido su estructura administrativa y ha coordinado sus esfuerzos en materia de innovación y desarrollo con el fabricante estadounidense General Motors (GM), con el que firmó una alianza en febrero del año pasado, para aunar sinergias y ahorrar en costes.

La Comisión ya autorizó en febrero de 2013 de forma provisional una garantía pública para cubrir las emisiones de la financiera del grupo PSA por valor de 1.200 millones de euros, del total de los 7.000 millones que incluye el plan de reestructuración.

Por otra parte, la alianza PSA-GM está estudiando la producción conjunta de vehículos industriales de grandes dimensiones fuera de Europa, según publicó ayer la prensa francesa. Así, PSA aportaría su experiencia en este segmento, en el que es líder (sobre todo en vehículos comerciales ligeros), y GM su capacidad productiva global. Esta nueva colaboración no afectaría, según recoge el diario económico Les Echos, al acuerdo que GM mantiene con el otro fabricante francés, Renault, en determinados modelos fabricados bajo las marcas Renault y Opel-Vauxhall.

Renault conmemora sus 60 años en Valladolid - Un regreso al pasado ha supuesto para Renault el acto celebrado ayer para conmemorar los sesenta años de su instalación en Valladolid y la salida del 4/4, el primer utilitario que la multinacional francesa fabricó en España. Los cuatro empleados más antiguos de la planta española recordaron aquel hito y se leyó una carta del escritor Miguel Delibes.