Novapesca Trading es una nebulosa, una filial casi fantasma. El Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) publicó el 12 de febrero que Manuel Fernández de Sousa y Alfredo García Calvo cesaban en sus cargos como administradores de la sociedad. Ahora solo es de Pescanova SA. No tiene empleados, pero suma deudas por 808 millones de euros, no está auditada y debe solo a empresas del grupo 585,4 millones de euros (a cierre de 2011, últimos datos conocidos). Pero Novapesca es mucho más. De acuerdo con los datos del Registro Mercantil participa en 43 empresas vinculadas a la pesquera, aunque algunas de ellas no aparecen en el mapa de filiales y cuyos nombres son desconocidos incluso para personal de la casa.

Esta compañía tiene el 100% de Arkofish, Pesquera Latina, Fukucho SA o Pesquera Arnippo, todas ellas con domicilio social en Argentina que no aparecen en la memoria anual de la multinacional gallega. Tampoco se sabía nada de Ladex Europa SL (domiciliada en Madrid), Antarctic Polar (de Reino Unido), Light Shrimp (langostino blanco, en inglés, una sociedad norteamericana) o Novaperú SAC (de la que tiene el 99,99% del capital social).

La lista no termina ahí. Multiprocesos SA, con sede en Guatemala, está participada al 99,9% por Novapesca Trading. De Acuícola El Rincón (Nicaragua) posee el 50% de los derechos de voto, porcentaje que cae notablemente hasta el 1% que acredita tener en Comercial Austral (Chile), que tampoco aparece en la memoria del grupo. En Nicaragua, de acuerdo con la misma fuente oficial, posee el 0,67% de Kokua Development Corporation SA. Por último otra de las empresas en las que tiene participación (casi nula, del 0,32%) es Marina Esuri SL, que tiene su sede social en la misma dirección que la matriz, Pescanova. Esto es, en la calle José Fernández López sin número, en Chapela. Marina Esuri tiene como objeto de negocio "otras actividades profesionales, científicas y técnicas".

De acuerdo con el último balance conocido de Novapesca Trading, las deudas con acreedores comerciales superan los 220 millones de euros. Los números de esta sociedad reflejan que Pescanova, como las entidades financieras, puede tener su propio banco malo.