Antonio Basagoiti García-Tuñón fue nombrado consejero de Pescanova por primera vez el 20 de junio de 1996. La última vez que se le renovó el mandato fue el 6 de abril de 2011, tal y como consta en el último informe de Gobierno Corporativo de la multinacional (2011). El presidente de Banesto fue designado por Manuel Fernández de Sousa y posee apenas 550 acciones de la pesquera, lo que le reporta el 0,006% de los derechos de voto de la sociedad. Se gastó 7.397,5 euros en agosto del año pasado en su compra. Pero el problema de Basagoiti, que votó contra la declaración de concurso de Pescanova del consejo y se sumó, de forma no explícita, a los que reclamaron la marcha de Sousa, le viene por otra parte. En concreto por su cargo como presidente del Comité de Nombramientos y Retribuciones. En ese órgano de control, que se reunió apenas tres veces en todo 2011, también están Robert Williams (amigo de Sousa) y el hermano del presidente, Fernando Fernández de Sousa.

¿Cuál es el problema? Según pudo saber FARO en fuentes de toda solvencia, los que escudriñan los números -BDO y KPMG- ya se han topado con un material muy jugoso relativo a las filiales de Pescanova en las que tanto Sousa como su hijo, Pablo Fernández, ocupaban cargos de gestión. "Esas personas tenían unos sueldos muy elevados y cobraban dietas muy sustanciosas" a espaldas, de acuerdo con las mismas fuentes, del presidente de Banesto. No en vano Sousa cesó -al igual que su hijo- como gestor de ocho filiales antes de solicitar el preconcurso: Frivipesca Chapela, Pescafresca, Novapesca Trading, Frinova, Pescanova Alimentación, Frigodis, Insuiña y Pescafina. Esta última, como publicó FARO en exclusiva, ya se ha acogido al artículo 5 bis de la Ley Concursal (preconcurso de acreedores) con un pasivo que supera los 90 millones de euros.

"La salida de esas empresas fue una decisión que no pasó por el comité de nombramientos", aunque esto será algo que ya se deberá dirimir, previsiblemente, en sede judicial. "Hay decisiones que hemos conocido por el registro mercantil o la prensa", apuntan otras personas vinculadas al accionariado de Pescanova. "Tenemos una persona que ha tomado decisiones unilaterales con la mitad del capital que decía tener", ahondaron, en referencia al hecho de que Sousa posea apenas el 7,45% de Pescanova.

De igual modo, y según pudo confirmar FARO, Fernández de Sousa ultima la salida de su primogénito de la estructura directiva de la empresa. Hasta ahora, Pablo Fernández Andrade -consejero en representación de Inverlema, sociedad patrimonial de la familia- era director general de área en la multinacional gallega, pero su progenitor ha "hecho cambios" para que ya no sea un trabajador de Pescanova SA. Las mismas fuentes creen que Pablo Fernández ocupará ahora un puesto en alguna de las filiales de la matriz, que por ahora no han entrado en concurso de acreedores. "Igual intenta protegerlo ante una investigación o un despido".