Habrá pasado más de un mes desde que solicitó el preconcurso de acreedores cuando Pescanova, la segunda multinacional gallega, desvele al fin el secreto que dilapida minuto a minuto su credibilidad. Sus números, sus cuentas, su deuda. Será la semana próxima, como pudo contrastar FARO en fuentes de la compañía, cuando la pesquera haga "movimientos" y aporte "los datos" que se le han pedido. Aquí hay dos manos extendidas en busca de explicaciones: la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el steering committee (las siete entidades que representan a la banca acreedora). Las mismas fuentes no precisaron a FARO si, como han pedido dos consejeros (José Carceller, del Grupo Damm, y François Tesch, de Luxempart), se llegará a convocar un consejo extraordinario. Fuentes cercanas a BDO aseguraron a este periódico que ellos "tampoco" tienen acceso a "toda la información" de su cliente.

Pescanova puede remitir a la CNMV, como hizo Bankia con sus cuentas de 2011, los datos sin auditar (sin el plácet de su auditora, BDO), pero el consejo sí que debe ratificar el nuevo estado de cuentas a posteriori En todo caso, desde el grupo catalán Damm ayer no tenían "ninguna noticia" de Pescanova. El regulador financiero quiere tener todos los datos antes del 5 de abril, como publicó ayer FARO en exclusiva, tras haber otorgado a la pesquera una prórroga el pasado 23. Si no lo hace se expone a una sanción "muy grave". La CNMV quiere tener, como indicó el 11 de marzo, "información correspondiente al segundo semestre del año 2012, así como determinada información complementaria sobre la situación patrimonial, niveles de endeudamiento, importe de las deudas vencidas y no pagadas, entre otras".

Los bancos siguen sin saber

¿Y la banca acreedora? Desde las entidades aseguran que el mutismo de Pescanova les resulta "inaudito" en una empresa cotizada, y explicaron a este diario que no han recibido "ningún tipo de información" desde la pesquera. "Y no tiene pinta de que vayan a remitir nada", agregaron fuentes financieras. Los bancos hablan de "serios problemas internos" dentro de Pescanova y una "falta de coordinación" que genera "gran incertidumbre" entre los accionistas, el mercado y los acreedores de la multinacional.

Los bancos, que han impuesto a Pescanova a KPMG como su asesor financiero, han requerido tres cosas "para empezar a hablar" de la reestructuración de la deuda: las cuentas de 2012 -que la empresa debe presentar la semana que viene-, el mapa completo de deuda y un plan de reestructuración.

En base a los nuevos estados contables, que escudriñará KPMG hasta el mínimo detalle, se elaborará un plan de viabilidad a acatar por ambas partes para intentar salvar a Pescanova de la entrada en concurso de acreedores. Por ahora ha consumido ya un mes de los cuatro que le permite esta figura jurídica, que blinda a los gestores de la compañía frente a demandas de concurso necesario hasta el 1 de julio.

Precisamente hoy será cuando el equipo de KPMG entre por primera vez en las instalaciones de Pescanova para "revisar la situación de la entidad", desde los estados financieros al plan de negocio, explicaron fuentes conocedoras de la situación. En base a estos datos la banca podrá "tomar decisiones" en torno a la refinanciación de la deuda. El hecho de que los trabajos de la auditora empiecen hoy implica que Pescanova ha aceptado hacerse cargo de sus honorarios, como exigía la banca acreedora.

A la espera de Freshfields

La banca espera que en la próxima reunión, prevista para el martes, sí reciban "algo" de documentación. Dentro del núcleo duro de los bancos acreedores es posible que Novagalicia sea expulsado del steering committee, aspecto en el que Freshfields (asesor jurídico de la banca) trabaja en estos momentos, tal y como pudo contrastar este diario. Si la firma considera que NCG incurre en "incompatibilidades" para estar dentro de este grupo de siete bancos negociadores -por haber sido socio de referencia de Pescanova-, sería BBVA quien entraría en el steering committee con Banco Sabadell, Popular, CaixaBank, Bankia, RBS y Deutsche Bank. Ni desde Freshfields ni en NCG quisieron hacer comentarios al respecto.

Desde el entorno de la compañía con sede en Chapela aseguran que están "trabajando muy duro" para "sacar adelante" la actual situación económica, con el director financiero -José Manuel Gil González- y los asesores del bufete Lener como pivotes sobre los que se pretende ganar algo de estabilidad. "Se trabaja para que todo funcione con normalidad y no tener desabastecidos a los distribuidores", apuntaron fuentes próximas a la compañía.