Siento todavía una verdadera admiración por él. Manuel Rúa Fernández falleció de madrugada y dejó el vacío que dejan las personas maravillosas. Quisiera contarles que, cuando estaba en el tanatorio por la mañana, llamaron a mi teléfono móvil, y se dio la casualidad de que se habían equivocado. Era un señor de Nigrán, y le dije que no podía atenderle porque estaba preparando todo el funeral de un señor, y me preguntó si también era de Nigrán. Esa persona había trabajado con Manuel Rúa, había sido el dueño de Eko-Ama y me emocionó lo que dijo. "Fue el señor más honrado y honesto que he conocido", me comentó. Con eso les digo mucho de lo que era y cómo era Manuel Rúa.

En verdad que fue un señor único, elegante y muy trabajador. Siempre nos decía en la asociación que no gastásemos nosotros de nuestro dinero, que lo pasásemos a su cuenta para que nuestra asociación no pasara por dificultades. Si faltaba dinero siempre nos ayudaba y siempre tenía tiempo para atender las necesidades de mucha gente que llamaba a su puerta.

El señor Manuel Rúa, con quien trabajé durante muchos años, era una persona muy inteligente. Un hombre de derechas, pero crítico, con una opinión muy formada de las cosas.

Por eso fue concejal, y lo hizo gratis, en la época de Ramilo, Emma y Pichel. Hizo muchas, muchas cosas por ayudar, y ahora estaba inmerso en multitud de proyectos. Presidente de la Asociación Provincial de Detallistas de la Alimentación, Presidente de Asdem (que yo dirijo), de Asogapem y de Feanpo.

Fue presidente de la confederación de pequeñas y medianas empresas (Cepyme), siempre con espíritu emprendedor. No tengo más que decirles que siento admiración y alucinación por él, nunca conocí un hombre igual, de su calidad humana. Hemos tenido una gran pérdida que tenemos que ser capaces de valorar.

*Directora de Asdem (Asistencia Sanitaria a Domicilio Especializada en Mayores)