Las más de cuarenta entidades financieras acreedoras de Pescanova se sitúan en un vigilante segundo plano, a la espera de que la multinacional gallega cumpla los tres compromisos que le reclaman para el inicio de la renegociación formal de los elevados créditos acumulados. ¿Cuáles? Los números del negocio, en suspenso, al igual que su cotización, hasta que BDO acabe de auditarlos a fondo ante el desfase que la propia compañía admitió en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) entre su contabilidad y la deuda; un esquema de cómo se reparte ese pasivo; y el plan para garantizar la viabilidad del negocio. Una premisa, la de evitar el salto al concurso, que pasa irremediablemente por un ajuste con desinversiones de activos. Los siete bancos integrantes del comité de seguimiento de las conversaciones, el steering committee, tienen muy claro que hay que vender, pero insisten en que su "voluntad" es la de "buscar soluciones" a la situación de la compañía, incluido "el aire" de liquidez que pueda necesitar para seguir operando con normalidad durante su reestructuración.

Lo que más prisa corre es, sin duda, la presentación de las cuentas actualizadas y la explicación a la diferencia entre los alrededor de 1.600 millones de deuda que reflejan los balances públicos de Pescanova hasta el pasado septiembre y los más de 2.500 millones que constan en los registros crediticios del Banco de España. Los bancos quieren conocer estos datos "ya". A eso suman fuentes del steering committee consultadas por FARO la ratificación por parte de la firma alimentaria de la designación de KPMG y el bufete Freshfields como asesores de los bancos. Porque será Pescanova quien abone la minuta y posiblemente tendrá que contar con el beneplácito del consejo de administración. "Hay que autorizar que entren en las tripas", explican las mismas fuentes.

En el aire está quién desempeñará esa función por parte de Pescanova. El pasado día 6 anunciaba el fichaje de Houliha Lokey, expertos mundiales en reflotar empresas, y el 11 dejaba la contratación "suspendida temporalmente". En el entorno de la compañía ven poco probable retomar sus servicios. Del otro lado, la banca califica de "inédito" que una multinacional "de esta envergadura" no disponga de una firma de inversión de su mano -a la primera reunión entre ambas partes el pasado martes acudieron abogados del despacho Lener- y recuerdan además que la designación de "un interlocutor práctico" es irrenunciable. En otras palabras, un alto cargo, a modo de consejero delegado, con "plenos poderes financieros" para tomar decisiones "estratégicas" durante las reuniones con el steering committe. Las siete entidades que lo encabezan -Sabadell, Popular, Bankia, NCG, RBS y Deutsche Bank- prevén una cita cada semana.

En la que viene debería estar "todo listo", en referencia a la actualización de las cuentas. El primer paso para marcar una hoja de ruta, que contemple objetivos de cumplimiento para nivelar deuda y margen de negocio, calendarizado "y con ventas de activos". "Es lo lógico y lo inteligente", dicen en uno de los bancos. "Lo que se hace en cualquiera de estas situaciones", sostienen desde otro, en el que ponen como ejemplo la reestructuración de los bancos nacionalizados para ilustrar el camino a seguir a partir de ahora.

En venta

El negocio de salmón en Chile está oficialmente en venta. Ni la salida a Bolsa prevista inicialmente ni la operación con la noruega Marine Harvest salieron adelante, aunque varias fuentes apuntan a que la posible compradora sigue interesada. "Pero posiblemente haya que vender más", añaden.

Si los tiempos del preconcurso y la paralización en el parqué apremian a encauzar "cuanto antes la situación", los bancos se agarran con fuerza a la necesidad de normalizar la contabilidad para así también calmar la intranquilidad en parte de las entidades extranjeras que están entre los acreedores. No todas muestran esa "voluntad" de seguir adelante y nadie descarta que alguna se descuelgue en el proceso.

Tras la concentración de los trabajadores de la sede central de la compañía coincidiendo con esa cita inicial del comité de seguimiento de la renegociación, los sindicatos con representación en Pescanova insisten en defender "el futuro del proyecto". De momento, dicen, sin que el preconcurso haya supuesto una alteración de su día a día, por las reservas de stock con las que se trabaja. "Es una compañía con mucha tradición en Galicia, que crea valor, por eso hacemos un llamamiento a entidades y acreedores para que la apoyen", señala Francisco Vilar, secretario general de Alimentación de CCOO.