El cónclave de la segunda multinacional gallega, Pescanova, se celebra hoy en Chapela. Sin liturgias y con mucha tensión en el ambiente, el consejo extraordinario de administración escuchará, por primera vez, las explicaciones de la empresa desde que solicitó el preconcurso de acreedores hace casi dos semanas. El presidente de la compañía, Manuel Fernández de Sousa, toma la palabra apurado por la presión creciente de la banca acreedora y la intención de parte del consejo de hacer movimientos en el núcleo duro de la multinacional. El encuentro se produce, además, mientras la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) mantiene bloqueadas las acciones de la multinacional desde el martes a las 13:27 horas y bajo investigación por presunto "abuso de mercado". "Es la primera vez que se van a dar explicaciones después de reconocer un desfase en las cuentas, eso de por sí ya es relevante", explicaron fuentes conocedoras del proceso.

Del consejo "se puede esperar de todo". En las entidades acreedoras -tienen hasta 2.500 millones atrapados en el grupo pesquero, según los datos del Banco de España- no se descarta que se apruebe otra ampliación de capital, lo que dejaría la empresa a merced de los fondos o accionistas con más posibles económicos. Ahí entrarían fondos de inversión o el propio Demetrio Carceller, especialista en aprovechar los grandes descuentos que se aplican en este tipo de operaciones (lo hizo con Pescanova o Ebro Foods). También, a juicio de personas conocedoras de la situación, podría producirse una OPA (oferta pública de venta) por alguna filial o, incluso, "relevos" en los mandos de la compañía.

Muy condicionado

Pase lo que pase, Fernández de Sousa (hijo del fundador de la empresa) no tiene las manos libres para tomar decisiones. La banca clama a espuertas contra el "silencio" de una empresa que todavía no ha presentado sus cuentas de 2012. "Somos más de 40 bancos afectados, y los extranjeros están que trinan con esta situación", coinciden fuentes financieras desde Madrid, Barcelona o Galicia. "No entienden que, sin decir nada previamente, pidan preconcurso. Si tenían problemas tenían que haber hablado con las entidades", critican. Desde la banca se considera, además, que el plazo del preconcurso -un máximo de cuatro meses- es "demasiado corto" para un pasivo tan elevado "aunque fuera el auditado". Esto es, si las deudas fueran las declaradas (1.522 millones hasta octubre), no los 2.500 millones registrados en el supervisor financiero. Lo cierto es que desde las entidades se reconoce ya que tienen devoluciones de pagarés o impagos de letras desde hace dos semanas. "Nos llegan sin parar".

¿Qué piensan las entidades del desfase contable de Pescanova, que la propia empresa reconoció este martes? "La matriz tiene una deuda de 1.600 millones pero no se ha contabilizado el endeudamiento de filiales no consolidadas en balance", explican los acreedores. Además, algunas filiales acometieron inversiones bajo la estructura de un project finance. ¿Esto qué es? Se trata de un mecanismo financiero parecido a un préstamo sindicado, pero que se usa solo para ejecutar grandes inversiones. Según las cuentas de 2011 de Pescanova, "un total de 266,7 millones de euros (183,3 en terrenos, 82,3 en instalaciones y 1,1 en inmovilizado en curso) corresponden a inmovilizado en proyectos financiado a través de project finance". "Si eso entra en impago quien responde es la matriz y debe consolidarse", sentencia uno de los bancos atrapados en el preconcurso.

Reunión de la banca

Como avanzó ayer este diario, la banca ya se organiza para constituir un steering committee (comisión organizadora) con entre diez y doce bancos, los que más pasivo acumulan. Ahí estarán el Sabadell, el Popular, La Caixa, Royal Bank of Scotland (RBS) y Deutsche Bank. "Hay cola para entrar, los extranjeros quieren presionar mucho". Firmas como BNP, HSBC, EBN, Rabobank, Caixa Geral o KBC quieren entrar. "Incluso hay un brasileño, hay bancos de todo el mundo", apuntaron fuentes financieras. Novagalicia, con unos 150 millones atrapados en Pescanova, podría quedar excluida de este comité por "conflicto de intereses", aunque desde la entidad declinaron hacer cualquier comentario.

"Nos vamos a reunir con un punto básico: cuánto es la deuda y qué hay que reestructurar. Y queremos reunirnos con un banco negociador de consenso, con credibilidad y autoridad profesional". A la banca le servía Houlihan Lokey, pero sus servicios se suspendieron temporalmente la pasada semana. Los bancos auguran "problemas" si no se renueva el contrato con el banco norteamericano. "Será un elemento más de incertidumbre".