El Régimen Especial de la Seguridad Social en el que estaban inscritas las empleadas del hogar ya es historia. A partir de ahora, las trabajadoras cotizarán en el Régimen General y por ello contarán con contrato laboral, retribuciones en metálico equiparables al salario mínimo interprofesional y cotizaciones por cuenta del empleador desde la primera hora de trabajo.

Pero la nueva normativa, creada para luchar contra la economía sumergida en el sector, no ha conseguido de momento los objetivos. Hasta el fin de mayo –última estadística disponible– solo fueron dadas de alta en el Régimen General 10.018 personas, el 15% de las 70.000 trabajadoras domésticas que hay en Galicia, según las estimaciones de las asociaciones de empleadas.

Las estadísticas del Ministerio de Empleo al cierre de mayo señalan que en los primeros cinco meses de vigencia la normativa solo ayudó a aflorar 319 empleos sumergidos en Galicia, un 1,6% del total. Si en diciembre de 2011 estaban dadas de alta en la Seguridad Social 20.242 empleadas, a 31 de mayo la cifra ascendía a 20.561. Pero solo la mitad de ellas estaban anotadas en el régimen legal a partir de ahora.

La normativa aprobada en enero elimina el Régimen Especial de las Empleadas del Hogar, una actividad que ahora pasa a cotizar en el Régimen General, dentro del llamado Servicio Especial de las Empleadas de Hogar. Los dos sistemas convivieron en estos seis meses que el Ejecutivo dio como periodo de transición, pero a partir de hoy quien no figure en el Régimen General quedará en situación irregular y formará parte de la economía sumergida.