La nueva tienda de Zara en el número 666 de la Quinta Avenida de Nueva York que abre al público esta tarde (17.00 horas, hora española) será la más grande de las 47 que la marca tiene en Estados Unidos y tomará el relevo de la que hasta ayer tenía en el número 489, en el cruce con la calle 54, que entre finales de agosto y principios de septiembre del año que viene reabrirá como el primer Massimo Dutti de Estados Unidos, la segunda marca del gigante textil gallego que desembarca en el país. Este otro establecimiento cerró ayer y se someterá a una reforma integral.

La denominada por el grupo Inditex como Flagship Store –literalmente, buque insignia– de Zara en la costa este de Estados Unidos se una a otras nueve tiendas emblemáticas que la marca tiene en Salamanca, Elche, Londres, Santa Mónica (California), Shanghai, Barcelona,Tokio, Roma –inaugurada hace algo más de un año– y Melbourne (en 2011). Para su diseño, Inditex consultó a sus directores de tienda en todo el mundo sobre sus necesidades y concluyó en la necesidad de mejorar el recorrido de los clientes por las tiendas y de "destacar las prendas como se merecen". Tras la apertura de Nueva York, Zara trasladará su nueva imagen al resto del mundo.

La tienda está ubicada en el edificio Tishman, un rascacielos que tras la inauguración de su iluminación, en 1958, se convirtió en una atracción nocturna de Nueva York y le valió el sobrenombre de Torre de la Luz, aunque sólo unos meses después tuvo que apagar sus luces para evitar alterar los hábitos vuelo de las aves migratorias. La fachada del nuevo Zara tiene 26 metros y está presidida por un pórtico blanco de hormigón y unos arcos de ramas de cerezo en flor, que se intercalan con los dos escaparates frontales –de un total de cinco– que tiene la tienda.

La apertura del establecimiento se produce tras un año y medio de reformas. Desde que Inditex adquirió por 324 millones de dólares en 2010 el local a un grupo inmobiliario que hasta entonces lo tenía alquilado a la tienda de la NBA, los más de 3.000 metros cuadrados que ocupa han sufrido una intensa reforma. "La tienda de la NBA tenía una rampa central y su estructura no tenía nada que ver con lo que es ahora", explicó la arquitecta que dirigió la obra, la gallega Elsa Urquijo.

"Todo gira en torno a un tejido que cae, que envuelve el cuerpo de una mujer, dándole vida", dijo ayer, parafrasendo al neoyorkino Kurt Ruske, para explicar su concepto de lo que Zara pretende hacer con esta nueva imagen, ante más de 50 medios acreditados, durante la presentación de la tienda, previa a la apertura al público: "Crear un espacio en el que la ropa cobre vida". "Nosotros, como gallegos de Finisterrae somos gente introvertida y sensible y quizás tenemos un sentido de la percepción que tiende más hacia el infinito", añadió en referencia al equipo de 20 personas con el que ha trabajado en su estudio para el proyecto. La arquitecta, autora también del diseño de la tienda de Marineda, reconoció la enorme responsabilidad que le supuso el encargo de Inditex, pero añadió que le resultó muy fácil trabajar con el resto de los proveedores gallegos de Inditex que se encargaron de amueblar la tienda, instalar las pantallas móviles que contiene y de diseñar la fachada. "Es gente con la que estamos acostumbrados a trabajar y hablamos un mismo idioma", comentó.

Un refugio para la moda en la 5ª Avenida

Flanqueada por dos arcos de cerezos en flor sobre un bloque de hormigón blanco, la entrada al nuevo Zara de Nueva York es como el acceso a un oasis de serenidad en medio del bullicio de la Quinta Avenida de Nueva York. La décima Flagshipstore de la marca en el mundo es la presentación en sociedad de su nueva imagen, sostenida sobre cuatro pilares; belleza, claridad sostenibilidad y funcionalidad, como destacó ayer el director general de Comunicación y Relaciones Institucionales de Inditex, Jesús Echevarría, y que saltan a la vista nada más cruzar el umbral del número

666 de la principal arteria de la Gran Manzana. La que divide la ciudad entre el Este y el Oeste, y un área comercial imprescindible para cualquier marca de moda o complementos que pretenda conquistar el mercado norteamericano.

La imagen de la nueva tienda de Zara en la Gran Manzana es agradable, pero muy sencilla, con un claro predominio del blanco y una iluminación clara, que pretende emular la luz natural, un planteamiento muy similar del local del centro comercial Marineda de A Coruña, en el que la marca adelantó las líneas maestras de su nueva cara. Inditex ha apostado por diferenciarse de los competidores que tiene como vecinos -Hollister y Uniqlo, entre otros- con un local más pausado, sin colores ni música estridentes, para dejar que sus prendas hablen por sí solas y sus clientes se sientan cómodos. El negro ha sido utilizado para destacar ciertos espacios y guiar a la clientela hacia el interior, a través de dos pasillos laterales pensados "para que los neoyorkinos sientan que desfilan en una pasarela".