El astillero Armón Vigo botó ayer el buque oceanográfico Ángeles Alvariño, propiedad del Instituto Español de Oceanografía (IEO), en el que se han invertido 20 millones de euros. La embarcación, de 46 metros de eslora y 10,5 de manga, estará terminada en julio y tendrá su base de operaciones en Vigo. Al acto acudieron, entre otras personalidades, la secretaria de Estado de Innovación, Carmen Vela; el director del IEO, Eduardo Balguerías; el conselleiro de Industria, Javier Guerra, y la hija de la científica gallega que pone nombre al buque, Ángeles Leiva Alvariño, que amadrinó la ceremonia.

El nuevo oceanográfico, de similares características al Ramón Margalef, está dotado con un laboratorio de alta mar, con equipamientos ultrasilenciosos y sistemas para el estudio de los fondos marinos. La previsión es que pueda estar concluido en julio y que realice su primera campaña en Canarias. La base y el mantenimiento se realizarán en Vigo –al igual que el resto de grandes oceanográficos del IEO– si bien la nave está matriculada en Málaga. En su construcción y equipamiento se han invertido 20 millones de euros, procedentes del propio IEO y fondos Feder.

Armón Vigo está rematando en la actualidad un buque de la modalidad stand by rescue para la armadora nórdica Esvagt –derivado de Factoría Naval–, y ya ha iniciado los trabajos sobre el primero de los dos buques ancleros para plataformas off-shore de la compañía holandesa Heerema, como avanzó FARO a comienzos de febrero. Estos últimos, de 72 metros de eslora, proporcionarán carga de trabajo a las gradas de Coia hasta finales de 2013, según explicó el director del astillero, Sergio Martín.

Armón, al igual que Freire, Vulcano y Barreras, entre otros astilleros, puja también por los tres buques que dejó sin terminar Astilleros de Sevilla tras su cierre, ahora propiedad del Banco Santander. El contrato con Heerema se firmó el pasado octubre, pero no entró en vigor hasta enero. Respecto a la flota de remolcadores adjudicada al grupo Armón para Panamá, se construirán en el astillero de Navia, aunque alguno podría hacerse en Vigo en caso de “necesidad”.