Juan José Dolado Llobregat, catedrático de la Universidad Carlos II de Madrid, forma parte del grupo de "los Cien", colectivo de intelectuales vinculado a la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) que ha tenido desde 2009 una prolífica generación de propuestas y análisis sobre la crisis. Experto en el estudio del mercado de trabajo, Dolado participó en fechas recientes en el programa de conferencias titulado "Las reformas pendientes en España". En esta entrevista reflexiona sobre las reformas realizadas y por hacer en el ámbito laboral.

€España está prácticamente en los cinco millones de parados€

€Ya los hemos superado. Y la próxima Encuesta de Población Activa ya lo reflejará.

€¿Qué puede reformar el nuevo gobierno de Mariano Rajoy ante ese panorama?

€Los mercados serán los que impongan unas reformas de mucho más calado de las que ha habido hasta ahora. Es paradójico, porque creo que las medidas que impulsó Zapatero no se han aprovechado. De reformas que lleguen de Rajoy nos podemos esperar más bien poco; sí que podemos esperar que desde fuera nos impongan la implantación de un contrato único compatible con algunos pocos contratos temporales de sustitución. Es lo que la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional quieren.

€Y es también lo que defiende el grupo de "Los Cien"...

€Bueno, es que es una propuesta razonable. En los países donde hay mucha segmentación laboral y mucha dualidad se trata de seguir por esta línea para que las oportunidades de todos sean las mismas.

€Comenta que hay medidas de las propuestas por Zapatero que no se han aprovechado. ¿Cuáles?

€Por ejemplo, el contrato de fomento del empleo, con 33 días de indemnización por despido, sigue sin usarse, y se usa el de 45 días. Una posible explicación es que ahora, como las empresas contratan muy poco, los empleos que se ofrecen de alta cualificación pueden llevar aparejados, para poder competir por los candidatos más cualificados, el máximo de compensación en caso de despido improcedente. De hecho, tampoco han funcionado las conversiones de contratos temporales en indefinidos con despido más bajo.

€Entonces la reforma laboral de Zapatero, tan cuestionada por los empresarios, los sindicatos, la oposición política y un sector de expertos, también tenía aspectos positivos...

€Lo que pasa es que era una reforma que, como todas las anteriores, intentaba curar una enfermedad grave administrando una medicación suave. No hay más que ver que el problema continúa. Ésta es la tercera vez que excedemos de la tasa del 20% de paro, y deberíamos de haber aprendido de las dos veces anteriores, una a mediados de los ochenta y otra a mediados de los noventa, pero no lo hemos hecho. Los grupos que salen ganando de las instituciones laborales actuales, los sindicatos y la patronal, que no quieren soltar la sartén.

€¿Y ahora es posible una reforma que solucione estos problemas?

€Sí que lo es, porque llegará impuesta por nuestros acreedores. Y, además, hay una conciencia social cada vez mayor de que los jóvenes tienen ahora muy poquitas oportunidades.

€Los sindicatos ya han prevenido de que no aceptarán una reforma que cercene derecho.

€Sí, pero lo que ocurrirá es que puede haber un eventual golpe de estado contra los sindicatos, de sus propios afiliados.

€¿Cómo es eso?

€Los sindicatos defienden las posturas de los asociados que aseguran la reelección de las cúpulas sindicales, las de los trabajadores con contratos indefinidos. El problema ahora es que la tasa de paro de los cabezas de familia, los que más contratos fijos tenían, es del 18%. Esto provocará una reacción social que cambiará la situación.

€Aún así, el acuerdo se presenta muy difícil.

€También se veía imposible que cayeran los regímenes de Egipto y Libia y lo hicieron. Y con la patronal ocurre otro tanto de lo mismo. Los sindicatos solo defienden a los trabajadores fijos, pero la patronal solo defiende a las grandes empresas. Usa la negociación colectiva para establecer barreras de entrada a otras empresas más pequeñas.

€¿En qué país deberíamos de fijarnos para elegir un nuevo modelo laboral?

€En Dinamarca. Porque es un país que también ha tenido una explosión de una burbuja inmobiliaria, similar a la nuestra, y, sin embargo, tiene una tasa de paro del 4,5%, pese a haber registrado una caída del PIB del 8%. Nosotros tenemos cinco veces más paro.

€¿Y cómo lo han hecho?

€Reduciendo mucho los costes de despido y aumentando mucho las ayudas al desempleo. Hay dos maneras de proteger al trabajador: en el puesto de trabajo, para que no lo pierda, y, en el caso de que lo pierda, mediante las prestaciones por desempleo. En el caso de España se protege mucho a algunos y muy poco a otros. Es decir, el mercado español no es ni rígido ni flexible, sino las dos cosas a la vez, y es muy desigual, muy injusto. Cuando se tienen los costes del despido muy elevados se despide poco, pero se crean muy pocos puestos de trabajo. El problema aquí es que se crearon muchos empleos precarios y no se dan expectativas profesionales a quienes tienen un contrato temporal, que se ven abocados a la precariedad. A cambio no tenemos un sistema de prestaciones muy generoso porque no podemos atender a cinco millones de parados.

€Bajar los costes del despido es una propuesta de la patronal...

€No hay que bajar los costes del despido, sino repartirlos. Es un problema de distribución.

€¿Con una reforma así se recuperaría el empleo pronto?

€No, aún tardaríamos, pero la reforma es una condición necesaria. El problema es que ahora ni se contrata ni se promociona y esto condena a una generación a unas expectativas paupérrimas. El orden prioritario es solucionar la entrada al mercado de trabajo mediante la abolición de la segmentación existente, luego mejorar la cuantía de las prestaciones por desempleo, aunque reduciendo su duración de dos años a dieciocho meses, y cambiar la negociación colectiva.

€¿También fueron insuficientes los cambios que impuso el Gobierno anterior en ese capítulo?

€Tampoco se ha utilizado. Ambas partes usan los esquemas del sistema de negociación provincial para obtener rentas. Por ejemplo, la patronal acepta subidas salariales en algunos sectores injustificadas para que empresas más pequeñas no puedan pagar esa cantidad y no entren en ellos, lo que beneficia a las grandes corporaciones. Los sindicatos, por su parte, cobran entre un 1 y un 2% por cada trabajador en concepto de asesoría laboral que entra en un expediente de regulación de empleo.

€A parte del mercado laboral ¿dónde urge también actuar?

€En el educativo. El mensaje es muy claro: en Primaria y Secundaria necesitamos invertir más, mientras que en el sistema universitario necesitamos desinvertir. Hay mucha grasa en el sistema universitario, y debemos reducir el número de universidades públicas. Tenemos una diferencia con respecto a otros países y es que nuestros jóvenes van en masa a la Universidad, mientras que en otros países se reparten entre FP y Universidad.

€¿Pasa por ahí el cambio de modelo económico?

€El modelo no cambiará sin una reforma laboral. Fíjese en las diferencias entre España y Finlandia. Ambos países entraron casi a la vez en el euro y los tipos de interés estuvieron muy bajos para ambos, generando un boom de inversión. Pero en España esa inversión fue a donde se pudieran usar contratos flexibles, de baja cualificación; así nos especializamos en el ladrillo. En Finlandia, con un sistema educativo muy eficiente y cualificación alta, en lugar de la construcción se especializaron en nuevas tecnologías. Dos países ante la misma situación tuvieron resultados diferentes, y es por la regulación laboral.

€José Manuel Campa fue uno de los firmantes del manifiesto de "los Cien" antes de convertirse en Secretario de Estado de Economía. Ahora deja el cargo sin haber conseguido que se abordaran los cambios que entonces preconizaba...

€Campa ha salvado a este país de la intervención hasta ahora. Ha sido un privilegio tener gente como él en el Gobierno, pero obviamente la responsabilidad última es del partido del Ejecutivo. El papel que desempeñó en los foros exteriores evitó en más de una ocasión la intervención inmediata.