El frenazo de las grandes potencias económicas de Europa amenaza con pasar factura a finales de año a la producción de la planta viguesa de PSA, que ya baraja programar varias paradas de actividad en noviembre y diciembre para adaptarse a esta menor demanda de coches. De sus principales mercados –a los que exporta un 80% de su producción–, solo Alemania y Holanda han logrado aumentar las ventas de automóviles el pasado julio, mientras que Francia –que absorbe el 35% de los vehículos que salen de Balaídos–, España, Italia, Reino Unido e Irlanda acumulan varios meses de caídas.

PSA había manifestado ciertas dudas sobre la evolución de las ventas en el segundo semestre del año durante la presentación de resultados del grupo el pasado julio, dudas que ahora se han acentuado tras constatarse la ralentización del crecimiento económico en Europa, sobre todo en Francia y Alemania, durante el segundo trimestre del año. Estos dos países, junto con España, Reino Unido, Italia, el Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo), Escandinavia y Polonia, constituyen los principales destinos de la producción de la factoría de Citroën en Balaídos.

El calendario de producción para los meses de septiembre y octubre muestra una "elevada" actividad en el Sistema 1 (el que produce los modelos Berlingo y Partner), que trabajará los sábados por la mañana y los domingos por la noche; y "moderada" en el Sistema 2 (C4 Picasso). En esos dos meses no se prevé ninguna jornada de inactividad. Sí las habrá, en cambio, en noviembre y diciembre, según los programas de actividad que manejan algunos proveedores y sindicatos, que reflejarían hasta seis días de parada en el Sistema 2 (el más afectado por la caída de las ventas), con el objetivo de adaptar el stock de automóviles.

Si se confirma este nuevo calendario, la fábrica volverá a echar mano del expediente de regulación de empleo (ERE) temporal pactado con el comité de empresa el pasado mes de febrero para los años 2011 y 2012, al agotarse ya prácticamente las medidas de flexibilidad de que disponen los trabajadores del Sistema 2 (la bolsa de horas). Los sindicatos asumen que la recta final de 2011 y todo 2012 serán complicados para la planta viguesa, hasta que los nuevos lanzamientos permitan regresar a los niveles anteriores a 2008.

Parte de la plantilla del centro vigués (que se encuentra de vacaciones) volverá al trabajo el próximo viernes 26 (Sistema 1), mientras que el resto de los trabajadores lo hará el lunes 29 de agosto. La mayor parte de los proveedores de la factoría volverán al trabajo también el 29. PSA-Vigo ha aprovechado el periodo estival para realizar una serie de obras encaminadas a renovar útiles industriales y preparar el lanzamiento de los nuevos vehículos para países emergentes M3 y M4, obras en las que han trabajado más de 2.000 profesionales, entre personal del propio grupo y firmas auxiliares.

Exportación

Un desplome de los mercados automovilísticos europeos afectaría a todas las plantas de coches instaladas en España, que, al igual que la de PSA-Vigo, exportan a los países de la UE casi ocho de cada diez unidades producidas. El sector había achacado la bajada de ventas de junio a los efectos del tsunami que arrasó Japón el pasado marzo y afectó a la industria mundial de componentes. No obstante, las dudas sobre la recuperación económica –tanto en Europa como en Estados Unidos– se han cebado este mes con los fabricantes en las bolsas, por temor a una contracción del consumo.

El grupo PSA cerró el primer semestre del presente ejercicio con un resultado neto positivo de 806 millones de euros, lo que representa un incremento del 18,5% si se compara con los datos del mismo período del año anterior. Para la segunda mitad de 2011, la multinacional gala estima que la división de automoción contabilice unas cifras 300 millones de euros inferiores con las previsiones previas, debido al efecto negativo del terremoto de Japón y del encarecimiento de las materias primas.