El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha confirmado este jueves que el segundo rescate de Grecia, que los países de la UE se habían comprometido a aprobar el 20 de junio, se retrasará al menos hasta julio por la falta de acuerdo entre Alemania y el Banco Central Europeo (BCE) sobre cómo deben participar los bancos privados.

Rehn ha pedido a los ministros de Economía de la eurozona que, para evitar la quiebra de Grecia, en su reunión del 19 y 20 de junio desbloqueen al menos el quinto tramo del rescate actual de 110.000 millones de euros. Este tramo ascenderá a 18.000 millones en lugar de los 12.000 inicialmente previstos.

"Confío en que el próximo domingo, el Eurogrupo sea capaz de decidir sobre el pago del quinto tramo de préstamos para Grecia a principios de julio", ha dicho Rehn en un comunicado.

"Pido a todos los responsables de la UE, y en particular a los ministros de Finanzas de la eurozona el próximo domingo, que superen las diferencias existentes y alcancen un acuerdo responsable en este momento crítico", ha insistido.

La gran incógnita es si el Fondo Monetario Internacional (FMI) aportará su cuota en este tramo (alrededor de 3.300 millones de euros) o si serán los países de la eurozona los que asuman la totalidad, como ha sugerido la vicepresidenta económica Elena Salgado. El FMI ha dejado claro que no pagará si no tiene garantías de que Grecia contará con financiación los próximos doce meses.

"En el mismo contexto, el Eurogrupo del domingo y lunes discutirá el contenido y las condiciones de un nuevo programa para Grecia, y la naturaleza de la participación del sector privado, con el objetivo de adoptar decisiones en el próximo Eurogrupo del 11 de julio", ha anunciado el comisario de Asuntos Económicos.

"Si lo hacemos así -ha señalado Rehn- evitaremos el escenario de quiebra y sentaremos las bases para un acuerdo sobre la estrategia a medio plazo. Ha sido difícil, pero creo firmemente que con este enfoque en dos pasos, pactado con el FMI, podemos evitar cualquier escenario de accidente".

Con esta estrategia se garantizará la financiación de la deuda griega hasta septiembre, mientras que las decisiones para el futuro se adoptarán en julio, ha dicho.

El comisario de Asuntos Económicos ha lamentado que los esfuerzos para lograr un acuerdo de unidad nacional en Grecia para aplicar el nuevo plan de ajuste hayan fracasado. "Los esfuerzos necesarios para evitar una bancarrota -que sería una catástrofe para Grecia- son responsabilidad de todas las fuerzas políticas", ha insistido Rehn, que ha pedido al Parlamento que apruebe el plan.

"Los próximos días serán críticos para la estabilidad financiera y la recuperación económica en Grecia y Europa. Confío en que todos los líderes en Grecia y Europa asuman su responsabilidad y actúen de acuerdo con ella", ha insistido.