Un centenar de pesqueros se opusieron ayer al traslado a Muros de las dos jaulas de cultivo experimental de salmón que la anterior Xunta autorizó en aguas de Arousa. Tres barcos de la empresa concesionaria acudieron al polígono Muros C para instalar las jaulas, pero la flota se presentó en el lugar y frenó cualquier movimiento.

Como se comprobó ayer, el traslado no va a ser fácil, pues cofradías como las de Muros y Noia se oponen, de ahí que sus socios monten en cólera y anuncien todo tipo de medidas de presión para evitarlo.

En esta ocasión los bateeiros no protestaron, pues solo uno de sus barcos participó en la espontánea concentración realizada. Las demás eran naves de pesca y/o marisqueo que rodearon a los tres barcos en los que se trasladaban las boyas y demás elementos necesarios para colocar las jaulas.

Después de varias horas de tensión, la presión ejercida hizo que la empresa concesionaria desistiera en sus intentos y ordenara a sus tres barcos el regreso a puerto. Esto quiere decir que las dos jaulas no se fondearon en la ría de Muros-Noia, pero posiblemente se hará pronto, aunque todo indica que la tensión actual irá en aumento.

La de ayer fue, quizás, una batalla ganada por los marineros en el marco de una guerra que será larga. Dispuestos a manifestarse mañana a las puertas de San Caetano, también para mostrar su rechazo a esas jaulas de salmón, ayer insistían en que dichas instalaciones flotantes "son una amenaza para toda la ría".

"No vamos a permitir que coloquen aquí esas jaulas, y no lo permitiremos ni por las buenas ni por las malas", advertían algunos de los marineros que, desde tierra firme, seguían las evoluciones de la protesta.

Todo transcurrió desde las diez de la mañana. La Guardia Civil del Mar, a bordo de una patrullera y de una zódiac, controlaba la situación.A la una de la tarde, cuando los barcos de la empresa decidieron retirarse, los barcos de los manifestantes se fueron tras ellos. Los agentes de la Guardia Civil tuvieron que intervenir para permitir que los tres barcos de la compañía salmonera pudieran marcharse.

Desde la Consellería do Mar, Juan Carlos Maneiro, director xeral de Competitividade, indicó que "el sistema de cultivo de salmón en jaula funcionó en Arousa 18 meses sin que se registrara el más mínimo problema y absolutamente nadie pudo demostrar alteración o afección alguna en el fondo marino, en la población de peces o en el cultivo de mejillón".