La huelga general convocada en solitario por la CIG en Galicia contra las reformas de las pensiones se dejó notar, aunque su efecto fue limitado. Las cifras del seguimiento de la jornada que maneja el sindicato nacionalista son diametralmente opuestas a las que facilitaron las patronales, la Xunta o algunos municipios.

Vigo fue, como en otras ocasiones, el epicentro de la protesta. Ya de madrugada comenzaron su actividad los piquetes de trabajadores que en la comarca viguesa centraron sus esfuerzos en las puertas de la planta de Citroën, los astilleros y los polígonos industriales. A primeras horas del día se produjeron ocho detenciones en Vigo por la quema de barricadas en la Avenida de Madrid y por el lanzamiento de líquido inflamable contra un cajero del Banco Pastor en la calle Bolivia. Además de registró un incendio de neumáticos en la entrada a la autopista A-9 en la calle Buenos Aires y nueve contenedores de basura resultaron quemados en varias calles de la ciudad.

La CIG indica que el paro fue total en los astilleros; en el 70% del servicio de transporte público, en el que solo funcionaron los servicios mínimos; y que también se registró un paro total en el servicio de recogida de basura. En el mercado de la fruta se suspendió la actividad después de una asamblea de los trabajadores. El paro en el sector de la construcción afectó a principalmente a las obras en la terminal de Peinador y a las obras del Plan E.

La Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP) señala que la repercusión en la provincia fue prácticamente nula. "La incidencia ha sido escasa, por debajo del 5% en la mayoría de los casos", señala la patronal pontevedresa. La CEP reconoce, no obstante, que se registraron algunas incidencias por la presencia de piquete en empresas del naval y que se produjo un cierre de comercios al paso de la manifestación que transcurrió desde el cruce de A Doblada con Urzáiz hasta la Porta do Sol.

Desde la asociación de comerciantes Centro Príncipe se señala que la huelga no ha tenido incidencia, donde la mayor parte de los establecimientos pudieron abrir desde primera hora. El único problema registrado fuer la colocación de silicona en algunas cerraduras durante la madrugada y lamenta "la pasividad policial" ante estos hechos.

Por su parte Asime, la patronal del metal, asegura que el seguimiento en el sector metalúrgico gallego fue escaso y que la jornada transcurrió con normalidad salvo algunas excepciones. En la industria auxiliar del naval, Asime cifra el seguimiento en un 10% de los trabajadores, mientras que en los astilleros la eleva al 50%, porcentaje que para al CIG alcanzó el 70%.

Según el sindicato nacionalista, en Pontevedra, el nivel de seguimiento en las principales industrias -Ence, Nino Mirón, Audasa, Treves o Marfrío, entre otras-, se situó entre un 50 y un 60 %. En la comarca del Salnés, tan solo dos grandes empresas de Vilagarcía secundan de forma mayoritaria la jornada de huelga, Thune Eureka y Fundivisa, precisaron fuentes de la CIG.

Manifestaciones

Durante la jornada tuvieron lugar manifestaciones contra la reforma de las pensiones convocadas por la CIG. La más importante de ellas tuvo lugar en Vigo que contó con la presencia del portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, y el secretario general del sindicato Xurxo Seixo.

La CIG cifró en L en unas 50.000 las personas asistentes a la manifestación que recorrió las calles de Vigo, calculó en torno a 10.000. También se desarrolló una marcha paralela organizada por CGT, CUT e IU, en la que participaron un millar de personas.

Un portavoz de la CIG señaló que cuando la cabeza de la manifestación llegó al punto final, la Puerta del Sol, la cola llegaba a la altura del cruce de Urzáiz con Gran Vía.

La marcha discurrió sin incidentes, en medio de un gran dispositivo policial y ante la atenta mirada de los transeúntes y de los propietarios de los comercios, cerrados provisionalmente hasta que pasaran los manifestantes para volver a abrir sus puertas.

El secretario general de la CIG, Suso Seixo, valoró como "un éxito" y calificó "satisfacción general" el resultado de la convocatoria de huelga, dadas "las circunstancias" que concurrían.

El portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, calificó ayer de "traición" el acuerdo firmado por el Gobierno y "algunos sindicatos", en referencia a CC OO y UGT. Vázquez subrayó que el acuerdo entre Gobierno, agentes sociales y patronal supone "una traición a los intereses de la mayoría social" que el BNG "no está dispuesto a aceptar", de ahí que mantenga "con orgullo y dignidad" su reivindicación de "unas pensiones dignas y públicas".

El delegado del Gobierno, Antón Louro, cifró en un 2,9% el seguimiento en la administración central en Galicia; desde la Xunta se señaló que le seguimiento en el sector de Educación fue del 2,64% y en la Sanidad del 3,3%, mientras que el Concello de Vigo valoró en un 6,1% la incidencia entre sus funcionarios.