España podrá reducir sustancialmente la proporción de contratos temporales si recorta la protección a los trabajadores indefinidos y facilita su despido, según indica el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su último informe sobre el panorama de empleo tras la crisis financiera mundial.

El informe, elaborado junto a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y publicado en la página web de la conferencia que ambos organismos celebrarán en Oslo (Noruega) el próximo 13 de septiembre, señala que el mundo se enfrenta a "grandes desafíos" en la creación de empleos de calidad.

En el caso de España, el FMI encuentra especialmente preocupante el "alto índice de contratos temporales", el mayor en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con "cerca del 30 por ciento del total de la población contratada" en esta situación.

"En España, reducir las cláusulas de protección del empleo de los trabajadores permanentes hasta los niveles mínimos que observa la Eurozona reduciría la proporción de trabajadores temporales en un total de 13,5 puntos porcentuales", señala el organismo.

Otra posible solución para España consistiría en fomentar la creación de contratos de trabajo a tiempo parcial, que "impulsan la participación en el mercado laboral de grupos que de otra forma no trabajarían".

Según el FMI, esa última medida podría reducir a niveles cercanos al 11 por ciento la tasa de desempleo en España, que actualmente se sitúa en el 20,3 por ciento y es la más alta de los Veintisiete, además de doblar la media de la zona euro.

El informe asegura que la cifra mundial de parados es la más alta de la historia, con 210 millones de desempleados, 30 millones más que en 2007, antes de que entrara en escena la crisis económica.

De ese aumento del paro entre 2007 y 2010, tres cuartas partes corresponden a las economías avanzadas, y entre ellas, España y Estados Unidos suman dos tercios del total.

Mientras que en ese país norteamericano hay ahora 7,5 millones más de parados que hace tres años, España cuenta con 2,7 millones más, una cifra muy superior a la de otras economías que también destacan por su destrucción de empleo, como el Reino Unido (0,9 millones) o Japón (0,8).