"Pondremos en marcha todos los mecanismos posibles de ayuda financiera" para evitar el cese de actividad en Factoría Naval de Marín y garantizar el mantenimiento de los puestos de trabajo tanto en esta empresa como en sus numerosas firmas auxiliares. Fue el compromiso que ayer adquirió el conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, tras reunirse con la dirección del astillero, a donde se desplazó para conocer "de primera mano" su situación económica y los problemas de falta de liquidez que amenazan la continuidad de la sociedad. Es un compromiso "directo y personal" recalcó el conselleiro.

Economía e Industria analizará las cifras de Factoría Naval para articular la fórmula, algún tipo de aval, que permita "una inyección de capital de entorno a 14 ó 15 millones de euros" que garantice su viabilidad futura, apuntaba ayer Javier Guerra, que cifró en esta cantidad la deuda que debe afrontar la empresa Factoría Naval.

En cualquier caso, añadía Guerra, la concesión de un aval o ayuda por parte de su departamento dependerá de la credibilidad del plan de negocios que se presente.

El conselleiro recordaba ayer que el astillero de Marín forma parte de un sector, el naval, fundamental en la economía gallega y prioritario para la Xunta como lo demuestra que "en los últimos meses ya hemos gestionado avales (a través del Instituto Galego de Promoción Económica) por un valor superior a los 13 millones de euros".

La preocupación del conselleiro por el astillero está relacionada con el papel de "centro neurálgico" de la actividad económica y laboral de la comarca. Están en juego, señalaba el titular del departamento de Industria, "no sólo los 75 puestos de trabajo directos de Factoría Naval sino también entre 700 y 800 empleos en las industrias auxiliares".,

Precisamente estas industrias auxiliares conforman el grueso de los acreedores del astillero y con ellos se está reuniendo la dirección de Factoría Naval, con Juan Rozpide al frente, para tratar de renegociar la deuda y establecer un calendario de pagos. Tal como reconocía el propio Rozpide "16 empresas auxiliares concentran el 60% de la deuda".

El nuevo gerente, que sustituye al fundador y accionista Pablo Comesaña, señalaba ayer que están ante un problema de falta de liquidez, pero que la empresa es totalmente viable. "Tenemos carga de trabajo y pedidos para un año" por lo que confía en llegar a un acuerdo con sus acreedores "mucho antes" de los tres meses de plazo que le concede el preaviso de concurso presentado por Factoría Naval en el Juzgado Mercantil número 1 de Pontevedra.

Un acuerdo con los acreedores, unido a un más que posible aval de la Consellería de Economía e Industria, le permitirá centrarse en subsanar las deficiencias detectadas en el buque de apoyo a plataformas petrolíferas construído por encargo de la armadora noruega Esvagt y entregarlo y de esta manera aliviar de manera significativa su falta de liquidez.

Se vinculan las deficiencias del barco con la instalación eléctrica y el cableado acometidos por la empresa viguesa Cerdeira, que está inmersa en una suspensión de pagos.

Rozpide reconocía ayer que la presentación del preaviso concursal (paso anterior a una suspensión de pagos) fue una exigencia de las entidades financieras "para proteger a la empresa" frente a los acreedores. Con un preaviso formalizado, éstos no pueden instar la suspensión de pagos del astillero por impago.

Tras la reunión mantenida por la dirección del astillero con el conselleiro de Economía e Industria, los responsables de la empresa citaron al comité para informarle del encuentro. Querían lanzar un mensaje de tranquilidad a la plantilla, "que a día de hoy no está afectada" por las dificultades que atraviesan.

Quienes sí han notado ya estas dificultades son los empleados de las firmas auxiliares a los que no han renovado contratos o han adelantado vacaciones.