Los trabajadores del astillero Rodman Polyships, ubicado en Moaña, han aceptado el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal anunciado por la empresa ante la caída de las ventas. Dirección y comité de empresa firmaron ayer el acta final sobre el ERE, que regulará a la totalidad de la plantilla, 326 personas, por un plazo máximo de un año y de forma rotatoria, como había adelantado FARO. El plan de viabilidad del astillero contempla otras medidas adicionales como un plan de prejubilaciones para los trabajadores mayores de 57 años y la recolocación de parte del personal en los otros astilleros del grupo.

El presidente del comité de empresa, Francisco Santos, explicó que la medida fue aprobada en asamblea por los trabajadores y que tiene como finalidad el mantenimiento de los puestos de empleo. Rodman lleva casi un mes negociando los pormenores del ERE con los representantes sindicales. La puesta en marcha de estas medidas se hará de manera inmediata a partir del próximo mes de noviembre y con el plazo de 12 meses, periodo máximo por el que la firma ha solicitado autorización a la administración laboral, aunque la empresa prevé que el mayor impacto se produzca en el cuarto trimestre de este año.

Fuentes del astillero aseguran que la empresa sigue trabajando en la búsqueda de nuevos pedidos de embarcaciones tradicionales, aunque "la dilatación en los plazos de ejecución provoca que la puesta en marcha de la fabricación se demore aún algún tiempo".

A cambio del ERE, la empresa aprobó varias contraprestaciones sociales a los trabajadores, entre los que destacan la aprobación de un sistema de prejubilaciones para mayores de 57 años (voluntario); el compromiso por parte de otras empresas del grupo de reubicar temporalmente a algunos trabajadores y la creación de una comisión de seguimiento, con representación paritaria de la dirección y de representantes de la plantilla, responsable de velar por el correcto funcionamiento de los acuerdos alcanzados.

Rodman es el primer grupo empresarial español que se dedica a la construcción de embarcaciones de poliéster reforzado con fibra de vidrio, especializado en la fabricación de buques de pesca, náutica de recreo, salvamento y patrulleras. En la actualidad, las instalaciones de Meira (Moaña) ultiman la entrega de cuatro barcos de vigilancia para la Junta de Andalucía y dos patrulleras contratadas por el Gobierno de Marruecos. El astillero sigue pendiente de un contrato con el Gobierno de Venezuela para construir nuevas patrulleras. La crisis también afecta a los astilleros del grupo en Portugal, que no tienen carga de trabajo y que se dedican a la investigación en el campo de la náutica.