El presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, aseguró ayer en Madrid que el proyecto de construcción de una planta acuícola para el cultivo del rodaballo en cabo Touriñán, en Muxía (A Coruña), depende de que la Comisión Europea (CE) reactive los fondos del Fondo Europeo de Pesca (FEP).

Fernández de Sousa indicó que la compañía está esperando "a lo que decida la CE sobre los fondos del FEP" y afirmó que si Bruselas "vuelve a restaurar" subvenciones del 30 o del 40%, como las que estuvieron en vigor hasta finales del año pasado para este tipo de proyectos, será "en ese momento" cuando la empresa ejecute el proyecto.

Fernández explicó que la construcción de una planta en cabo Touriñán, en la que Pescanova tenía previsto invertir 60 millones de euros, se dedicará a la cría del rodaballo y que la compañía ha invertido 140 millones en Mira (Portugal) en construir la mayor piscifactoría del mundo para el cultivo de esta especie.

La puesta en marcha de esta planta fue rechazada en un primer momento por el gobierno bipartito en la pasada legislatura al considerar que invadía la Red Natura; sin embargo, el pasado septiembre el actual presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció que el Ejecutivo gallego permitirá su construcción en este emplazamiento.

Por otra parte, la multinacional viguesa cerró con éxito la ampliación de capital por importe de 100,6 millones de euros, la mayor acometida por la compañía en los últimos 33 años, que ha quedado suscrita en al menos un 99,75% en la primera vuelta y con peticiones de 34,9 millones de títulos para la eventual segunda vuelta, que superan en más de cinco veces el importe de la emisión.

Durante la presentación en rueda de prensa celebrada ayer en Madrid de los datos provisionales de la operación, el presidente del grupo, Manuel Fernández de Sousa, mostró su satisfacción por el "éxito" de la ampliación, que se ha colocado sin que el mercado le aplicara descuento al valor, al tiempo que destacó que la operación permitirá fortalecer la posición financiera de la compañía con un incremento de los fondos propios del 33%.

La oferta

La oferta de Pescanova, con un precio por acción nueva de 15,6 euros, captó los 100,6 millones de euros con la emisión de un total de 6.447.254 acciones, un 50% más de las que tenía antes. Fernández de Sousa destacó que Pescanova no había acometido "prácticamente nunca" una ampliación de capital y que los fondos eran "autogenerados".

La ampliación, que fue colocada con la colaboración de las entidades financieras BNP Paribas, Fortis y el Banco Portugués de Investimento (BPI), despertó el interés tanto de inversores españoles (unos 27), como europeos (50), según la directora Corporate Financial del BNP, Maria Otaola.

En este sentido, Otaola comentó que "ha entrado gente de fuera y ha cambiado el panorama del accionariado", si bien el presidente del grupo declinó detallar la composición accionarial "postampliación".

Fernández de Sousa, que remarcó que uno de los objetivos de la compañía se centraba en elevar diez puntos su "free float", hasta el 35%, señaló que entre los inversores figuran fondos de inversión procedentes de Londres, Fracfort, París, Suecia, Finlandia y Amsterdam.

Con la ampliación, la capitalización bursátil de la sociedad experimentaría un crecimiento del 36%, al pasar de los 320,8 millones de euros con que se inició la suscripción a 437,5 millones. Manuel Fernández de Sousa señaló que se invertirá la ampliación de capital en reforzar su capital flotante y sus fondos propios con vistas a preparar la empresa para retos futuros.

Así, Fernández explicó, que Pescanova realizó inversiones por valor de 500 millones de euros en los últimos meses y que esta operaciones han supuesto "debilidades" en términos financieros y en relación con su valor en el mercado.