El grupo automovilístico francés PSA Peugeot-Citroën se ha fijado como objetivo reducir su deuda bruta de los 8.048 millones de euros que soporta en la actualidad hasta 600 millones de euros en el horizonte de 2016, lo que supondría un recorte del 92,5%.

La mayor parte de la deuda del grupo automovilístico galo corresponde al crédito de 3.000 millones de euros que le otorgó el Gobierno francés, y que la corporación que preside Philippe Varin prevé reintegrar antes de 2014.

Con ello, la deuda bruta de PSA Peugeot-Citroën, que no tiene vencimientos a la vista este año ni el próximo, pasará de situarse por encima de 5.000 millones de euros en 2013 (5.175 millones), a sobrepasar ligeramente los mil millones de euros en 2014 (1.175 millones).

Además del crédito del Estado francés, PSA soporta deuda correspondiente a sus emisiones de bonos, que se reducirá progresivamente hasta situarse en 600 millones de euros, el único componente del endeudamiento a partir de 2016, según el plan financiero del grupo.

La compañía amortizará en 2015 como máximo una emisión de bonos convertibles y, además, en 2013 terminará de pagar los préstamos que mantiene con el Banco Europeo de Inversiones (BEI). El plan de reducción de deuda pasa también por eliminar los créditos sindicados de su filial de componentes Faurecia.

Por otro lado, los documentos de PSA revelan que la corporación ha conseguido reducir su inventario de vehículos un 31% en el primer semestre de 2009, al pasar de 628.000 a 431.000 unidades, gracias a un recorte de la producción del 32% y a una disminución del 20% de las ventas a concesionarios.

De los 431.000 vehículos que la compañía tenía en ‘stock’ al cierre del primer semestre del año, 232.000 unidades pertenecen al grupo, lo que representa una caída del 37%, mientras que los otros 199.000 coches corresponden a la red de concesionarios independientes (-23,7%).