Ayudas para remontar el vuelo. Esto es lo que pide la dirección de la planta viguesa del Grupo PSA Peugeot Citroën al Gobierno, al que reclama la continuidad de préstamos y subvenciones hasta el año 2012, al finales del cual se completará el plan industrial que ha puesto en marcha el pasado año con una inversión superior a los 1.000 millones de euros.

Del resultado de este plan dependerá en gran medida el futuro del centro de producción de Vigo. Este primer año del plan cuatrienal, el Ministerio de Industria comprometió 72 millones de euros para la puesta en marcha de varios proyectos, entre los que destacan la creación de una división de prototipos para chasis, la puesta en marcha de una plataforma multimodal, la producción de dos vehículos de bajo coste y un nuevo modelo que sustituirá al C4 Picasso.

La planta de Citroën pretende con su plan "consolidarse como la más productiva de Europa" y por ello no está dispuesta "a permanecer con los brazos cruzados".

Las ayudas recibidas este año por la industria de la automoción de Galicia, para las que hubo que presentar un plan ante el Ministerio de Industria, se saldaron con 88 millones de los cuales 72 fueron captados por el centro de producción de Vigo, mientras que los otros 16 fueron repartidos entre el sector de componentes.

El Plan Industrial de PSA para Vigo contempla una inversión de 1.062 millones hasta finales de 2012 y una producción de media de 400.000 vehículos al año, cifras muy superiores a las presentadas el pasado martes por Renault para su planta de Valladolid. Este último fabricante francés anunció el pasado martes una inversión de 500 millones; el incremento de la frabicación hasta los 100.000 vehículos anuales en 2013 y los proyectos de dos nuevos vehículos, uno convencional y otro eléctrico. Sin embargo, este plan recibirá el doble se subvenciones que el centro de producción de Vigo del grupo PSA.

Así, frente a los 72 millones de ayudas y subvenciones que recibirá la planta viguesa, cuya producción multiplica por cuatro la de la fábrica vallisoletana y duplica su inversión, la empresa catellano-leonesa recibirá 125 millones.

El director de la factoría viguesa de PSA, Pierre Ianni calificó a finales de marzo de este año de "decepcionantes" las ayudas concedidas por Industria y aseguró que "de esta forma no iremos muy lejos". No menos crítico fue el presidente del Cluster de Empresas de Automoción de Galicia (Ceaga), Francisco Anguera, quien reprochó al Ejecutivo "la escasa sensibilidad" de las empresas de componentes.

Fuentes del sector gallego del automóvil también apoyan la continuidad de las ayudas al sector de la automoción de Galicia, cuya actividad supone el 17% del PIB de Galicia, según la Consellería de Economía e Industria.

"Es necesario que el Ejecutivo actúe con las empresas automovilísticas que van moderadamente bien, como es el caso de Citroën, y que no espere ha realizar transfusiones a las empresas que se encuentran en una situación in extremis, no sólo cuando están a punto de morir", señalan las mismas fuentes.

Está claro que a la hora de adoptar decisiones sobre el futuro de cada planta París analiza los apoyos con los que cuenta en un momento determinado para llevar adelante sus planes. "Lo importante en estos momentos es asegurar el plan industrial de PSA, que repercutirá en toda las empresas de componentes, y que se concreten las ayudas. Ayer la secretaria general del Ministerio de Industria anunció unas ayudas de 600 millones para sectores estratégicos, de los que 250 serán para los 4 ó 5 principales proyectos del sector del automóvil.

El sector considera un revés para las ventas el aumento del IVA

El sector gallego de la automoción se mostró ayer preocupado por el final de las ayudas estatales de 500 euros por la compra de un vehículo nuevo, que se sumaban a los 1.000 euros que aportaban los fabricantes y los 700 de la Xunta de Galicia.

Pero además de esa varapalo para los fabricantes, concesionarios y los propios clientes, el aumento del IVA en dos puntos –pasará del 16% al 18%– supondrá un incremento medio en el precio de los vehículos de 420 euros, lo que sumado a los 500 que se dejarán de percibir por parte del Gobierno central elevará el precio de los coches en casi 1.000 euros más.

"El incremento del IVA y el final de las ayudas estatales para la adquisición de vehículos pondrá en peligro la recuperación de las ventas como ha ocurrido en los últimos meses. Esto no sólo afecta a los clientes, sino a toda la cadena de producción, desde los fabricantes de piezas a los concesionarios", explican fuentes del sector.

En la próxima reunión que celebre el sector con el ministro de Industria, Miguel Sebastián, se pondrá encima de la mesa la necesidad de que el plan de ayudas se mantenga hasta que el conjunto de la economía, el consumo y la producción de automóviles se recuperen en España.