"Non hai dereito a isto. Esta xente vai alí a traballar e mira co que se atopan". La familia de Secundino Dacosta Soliño, el marinero de Cangas secuestrado a bordo del atunero vasco "Alakrana", se mostraba ayer consternada tras conocer la noticia de que los piratas somalíes se habían hecho con el control del buque. La compañía armadora, Echebastar Fleet, se puso en contacto a primera hora de la mañana de ayer con la esposa del marinero para darle la noticia y ofrecerle los primeros detalles. Más tarde recibieron una llamada de fuentes ministeriales del Gobierno del Estado para ofrecerles un teléfono de información permanente.

La esposa del marinero ayer estaba muy afectada por la noticia y sólo el padre y los suegros de Adolfo Dacosta Soliño hablaron públicamente. "El xa leva máis de quince años faenando nese caladoiro e os problemas aparecieron fai apenas dous", afirma Secundino Dacosta padre, que ayer se quejaba de la falta de seguridad de los barcos españoles en el Índico. Los piratas somalíes ya intentaron secuestrar el buque hace un mes. "Pero naquela ocasión tiveron máis sorte. Onte tiñan o aparello largado e pode medir uns dous kilómetros de longo, co que era imposible escapar", lamenta. Añadió que "sabemos que un dos tripulantes chegou a enviar unha mensaxe a través do móvil dicindo que se atopaban ben".

Según la familia, Secundino llamó a casa esta misma semana. "Chamou o mércores. El soe chamar bastante e dixo que se atopaba ben. Tamén comentou que ían a descargar e que logo volvían para o mar", explica la suegra. La familia se encuentra en una situación de "incertidumbre", pero confían en que el secuestro se resuelva de manera satisfactoria.