El déficit fiscal de España llegará este año a los dos dígitos, según ha pronosticado hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI), que dijo que el país requiere una reestructuración "fundamental" de su economía.

El organismo estimó en un informe divulgado en Estambul que los números rojos presupuestarios ascenderían a un 12,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) este año y a un 12,5 por ciento el siguiente.

No obstante, en una rueda de prensa posterior, Ajai Chopra, subdirector del departamento de Europa del FMI, aclaró que esos cálculos no tienen en consideración la subida de impuestos anunciada recientemente por el gobierno.

"El déficit en 2009 será mejor que lo estimado, pero aún así alcanzará los dos dígitos. El paquete (de medidas) reducirá el déficit de forma adicional en el 2010", afirmó el economista, quien no quiso adelantar cifras más exactas.

El resultado de las cuentas del Estado dará un giro brusco debido a la recesión y a los programas de estímulo del gobierno. En 2007 hubo un superávit del 2,2 por ciento del PIB, mientras que en 2008 se registró un déficit del 3,8 por ciento.

Chopra afirmó que la "magnitud" del problema fiscal en España requiere subidas de impuestos y recortes de gastos, pero recalcó que la experiencia internacional demuestra que ese segundo tipo de medidas hace "más duradera" la mejora de las cuentas públicas.

"Nosotros pondríamos más énfasis en los recortes de gastos para evitar perjudicar la recuperación frágil", dijo.

A juicio del FMI, España requiere "una reestructuración fundamental" de su economía, cuyo crecimiento potencial ha caído "probablemente más que casi ningún otro país europeo", opinó en la rueda de prensa Marek Belka, el director del departamento de Europa.

Abaratar el despido

El FMI recomendó a España en el pasado abaratar el despido como una forma de dar más flexibilidad al mercado laboral y convencer a los empresarios de contratar a más trabajadores.

En su estudio, la institución destaca que el aumento del desempleo ha sido mayor en España que en los países vecinos y que en otras recesiones porque la crisis mundial ha coincidido con el fin de un boom de la construcción "extraordinario pero insostenible".