Los antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía que formaban un cordón en las proximidades de la factoría de Citroën en Vigo lanzaron pelotas de goma contra los huelguistas del sector metalúrgico que pretendían bloquear el acceso a la planta automovilística, donde también se tiraron piedras.

Minutos antes de las 14.00 horas, cuando los huelguistas llevaban una hora concentrados, se produjo una primera carga policial en la confluencia de la calle Olímpicos y Manuel de Castro, que se saldó con el lanzamiento de pelotas de goma por parte de los agentes, una de las cuales impactó contra una mujer, que se quejaba de dolor en la zona de un muslo y que se resguardó en un portal.

Los agentes que iban a pie entraron, posteriormente, en sus respectivos furgones para emprender la marcha por diversas calles del entorno de Citroën con el objetivo de intentar disolver a los distintos grupos de piquetes que permanecían en la zona de la factoría, entre ellas las citadas calles Olímpicos y Manuel de Castro y también la calle Fragoso, donde se produjeron nuevos enfrentamientos.

Sobre las 14.15 horas, la situación ya había vuelto a la calma, aunque en toda la zona continuaba la presencia policial. Como resultado de los distintos enfrentamientos, se podían ver contenedores volcados en la calzada y piedras. Posteriormente, los huelguistas se volvieron a reunir para celebrar una asamblea y levantar la concentración frente a Citroën, pero decidieron emprender la marcha hasta el astillero Barreras.

Incremento de tensión

La concentración de huelguistas del sector metalúrgico ante la factoría de Citroën en Vigo derivó en enfrentamientos entre ambas partes al ir incrementándose la tensión entre los piquetes que intentaban bloquear el acceso a la factoría y las fuerzas de seguridad desplegadas en la zona para garantizar el acceso de los trabajadores.

Tras movilizarse por las principales calles de Vigo y cortar el tráfico a su paso, los huelguistas llegaron sobre las 13.00 horas a la zona de Balaídos, donde se ubica la planta de Citroën, pero se encontraron con un amplio cordón policial desplegado para preservar el paso de los trabajadores que pretendían acudir a sus puestos.

El sindicato CIG, el mayoritario en el sector del metal, es el único que ampara la huelga con carácter general para el sector --tanto para empresas acogidas al convenio provincial como para las que cuentan con convenio propio, como es el caso de Citroën--, mientras que CC.OO. y UGT no la apoyan.

La tensión entre policía y manifestantes arrancó en el momento en que un adulto acompañado de dos menores en bicicletas pretendieron atravesar el cordón policial, pero se les impidió, lo que originó protestas de los trabajadores del metal, que incluso llegaron a increpar a los agentes.

Diversas paradas

Los piquetes se desplazaron hasta Citroën tras intentar impedir el acceso de trabajadores también a Metalships, en el barrio vigués de Teis, donde ya se registraron los primeros enfrentamientos entre huelguistas y antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía que intentaba facilitar el acceso de los trabajadores al astillero. Posteriormente, también celebraron una asamblea en el astillero Barreras, en la zona de Beiramar.

La policía ya tuvo que actuar de madrugada en Citroën, donde varios piquetes intentaron impedir, entre las cuatro y las cinco de la madrugada, el acceso de los trabajadores. Según la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, la Policía intervino para facilitar el derecho al trabajo, pero no hubo cargo y no se emplearon elementos disuasorios.