España abandonó la minería del uranio en el año 2000, pero al alto precio del mineral por el boom nuclear ha logrado que las vetas hasta ahora olvidadas vuelvan a estar en el punto de mira de las grandes multinacionales. Extremadura, Salamanca y Guadalajara son los principales focos de atención para estas empresas.

El pueblo salmantino de Villavieja de Yeltes, de apenas 967 habitantes y limítrofe con Portugal, lleva dos años recibiendo la visita de ingenieros australianos de Berkeley Resources, en busca del codiciado mineral. Berkeley, aliada del productor francés de reactores nucleares Areva, recibió el pasado mes de abril autorización del Gobierno español para crear un consorcio con la empresa pública Enusa (Empresa nacional del Uranio) y explotar Mina Fe, abandonada hace nueve años por baja rentabilidad.

Desde que se conoció el preacuerdo con Enusa, en enero de 2009, la cotización de esta compañía se triplicó pese a la caída de los precios del uranio. La idea de Berkeley es integrar la gestión de esa mina con otras prospecciones que realiza en Salamanca, utilizando las instalaciones de Enusa para tratar hasta 950 toneladas anuales de uranio. La empresa argumentó que construir una nueva planta le hubiera costado varias decenas de millones de euros.

A Berkeley, que había comprado sus permisos de exploración a la empresa Minería del Río Alagón, se sumó posteriormente la canadiense Mawson Resources. Ésta centra su búsqueda de uranio en Cáceres y Badajoz. En la comunidad extremeña destacan sobre todo las minas de La Haba, entre los términos municipales de Campañario y La Haba.

En 1966 comenzó a explotarse el yacimiento de uranio conocido como Hoya del Lobo pero se agotó rápidamente. A éste le siguieron los de las minas Lobo-G y El Pedregal. Con la puesta en marcha de estas dos últimas se habilitó una planta de concentrado de uranio, que posteriormente cayó en desuso.

Negocio

La base del negocio principal de Enusa es la primera parte del ciclo nuclear, que incluye desde la gestión y abastecimiento de uranio enriquecido hasta la fabricación de combustible, así como la prestación de servicios de ingeniería y servicios de combustible a las centrales nucleares. No obstante, la empresa pública no se plantea volver a extraer uranio.

España cerró en 2000 su última explotación, en Saelices el Chico (Salamanca). Los estudios realizados en los años ochenta en busca del mineral, durante el primer boom nuclear, revelaron concentraciones de un gramo de uranio por cada 1.000 gramos de tierra, más de cinco veces menos que las mejores minas del mundo. No obstante, estudios más recientes apuntan a concentraciones mayores.

El precio del uranio cayó con fuerza en el último año, como el resto de materias primas, por temor a una bajada de la demanda por la crisis. No obstante, este mineral llegó a estar a 138 dólares por libra.

Los principales países productores de uranio a nivel mundial son Canadá, Australia, Nigeria, Namibia y Estados Unidos, que producen anualmente unas 33.800 toneladas.