La Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) ha acelerado los contactos con Portugal para iniciar cuanto antes la construcción de un oleoducto entre las ciudades de Vigo y Oporto, infraestructura en la que invertirá entre 150 y 175 millones de euros, según confirmó ayer en Madrid su presidente, José Luis López de Silanes. Responsables de la operadora petrolífera presentaron el año pasado a las autoridades lusas los detalles del proyecto, que mejorará la distribución logística en el norte del país vecino.

Fuentes de la compañía precisaron a FARO que la puesta en marcha de este oleoducto, que se unirá al existente entre la refinería de Repsol en A Coruña y las instalaciones de CLH en Puxeiros (Mos), cuenta a priori con el visto bueno de ambos gobiernos, y que la empresa trabajará para que esté en marcha dentro del periodo marcado en su plan estratégico 2007-2011. "Es un proyecto a nivel internacional que requiere de consenso por ambas partes y que llevará su tiempo", matizan las mismas fuentes.

Dentro de ese consenso, la compañía española necesita el visto bueno de la petrolera lusa Galp –que posee el 5% del capital de CLH–, el operador dominante de la distribución de hidrocarburos en Portugal.

En este caso, fuentes del sector aseguran que la petrolera es reacia a la puesta en marcha de esta infraestructura, que podría poner fin a su dominio en el transporte de hidrocarburos en el mercado luso. A diferencia de España, Portugal no posee una gran red de tuberías para trasladar combustibles: sólo existe un oleoducto (desde Sines, donde está la mayor refinería del país, propiedad de Galp, hasta Aveiras, al norte de Lisboa), gestionado por la empresa CLC, cuyo accionista mayoritario (65%) es precisamente Galp.

Distribución

Las mismas fuentes señalan que el oleoducto de CLH está concebido para llevar hidrocarburos desde la refinería de A Coruña (Repsol) hasta las inmediaciones de Oporto y no al revés –aunque sería posible–, ya que la refinería de Oporto es mucho más pequeña que la de Galp en Sines. La construcción del oleoducto significaría duplicar la extensión de la actual red gallega de CLH, que une A Coruña y Vigo a lo largo de 155 kilómetros. Desde CLH señalan que el oleoducto tendrá una rentabilidad positiva, y que están a la espera de que Portugal lo declare de interés nacional para proceder a las expropiaciones.

El accionariado de CLH se distribuye entre Repsol (15%), Cepsa (14,5%), Disa (10%), BP (5%), Galp (5%), Oman Oil (10%), Caixanova (5%) y Deutsche Bank (5%), además de los fondos Her Majesty the Queen (5%), AMP (10%), SPZW (5%), Public Sector Pension Investment Board (5%) y Global Salamina (5%).

CLH invertirá 428 millones de euros hasta 2011 en el desarrollo de infraestructuras, según anunció ayer en Madrid su presidente, José Luis López de Silanes, en la junta general de accionistas. Durante 2008, la compañía inauguró un nuevo ramal del oleoducto Zaragoza-Torrejón de Ardoz de 290 kilómetros de longitud. López de Silanes informó de que el grupo obtuvo en el primer trimestre del año unos ingresos de explotación de 139,5 millones de euros, un 5,7% menos que en el mismo periodo de 2008.

La inversión para este año alcanzará los 137 millones de euros que se destinarán a mejorar y ampliar las instalaciones de almacenamiento de hidrocarburos y la red de oleoductos.