Los sindicatos se temían que 2009 fuera un anos horribles para el sector textil y la Seguridad Social va camino de darles la razón. Las empresas de la confección radicadas en Galicia se deshicieron en los dos primeros meses del año de un total de 2.453 trabajadores, una caída muy superior a la que esperaban los representantes sindicales pero que atribuyen en parte a los despidos de trabajadores eventuales que se producen con el fin de cada colección.

A 28 de febrero, el número de afiliados del sector textil de Galicia ascendía a 13.780, frente a los 16.233 con los que, según la Asociación Textil de Galicia (atenga), se cerró 2008. La cifra facilitada por la Federación Textil y de Industrias Afines de Comisiones Obreras con datos de la Seguridad Social sitúa el empleo en el sector en su nivel más bajo desde 2003 y evidencia que en los dos primeros meses del año se han eliminado tantos puestos de trabajo como en últimos cinco años. El de 2003 fue el ejercicio en el que el sector textil cerró con más personal: 18.879 empleados, y desde entonces, la cifra ha caído progresivamente hasta los cerca de 14.000 de principios de 2009.

La destrucción de empleo registrada en el textil en los últimos años es sin embargo afecta a todo el sector nacional, a la vista del creciente peso de las empresas gallegas en el conjunto de la producción y el empleo del sector. Si Galicia contaba a finales de año con 2.500 trabajadores menos que en 2003, el peso de su plantilla en el conjunto español ha pasado del 9,1% de hace cinco años al 11,9% del ejercicio pasado. La reducción de los empleos sin embargo no ha ido unida a la producción. La facturación de las empresas de confección ha crecido de forma continuada entre 2003 con 1.657 millones de euros- y 2007 (2.380 millones de euros de facturación) y sólo ha descendido en el último ejercicio, cerrado con veinte millones menos que el año anterior.

La Asociación Textil de Galicia atribuye la pérdida de puestos de trabajo a la globalización y reconoce en el informe sobre la coyuntura del sector que presentó en la cumbre de empresarios del pasado día 20 que el cambio de modelo de negocio ha provocado “una continua reducción en el nivel de los trabajadores”.

Atexga advierte sin embargo la existencia de dos realidades empresariales opuestas: las industrias que han incorporado a su actividad la comercialización y distribución de su producto, que en los últimos años han incluso creado empleo, y las que siguen instaladas en el modelo tradicional, en las que la mayor parte de la plantilla la forman los empleados del departamento de producción, “que tienen mayor riesgo de deslocalización”. Y es que estos diferentes modelos de empresas también tienen distintos modelos laborales. Las verticalizadas emplean a personal con mayor cualificación concentrado en los departamentos con mayor valor añadido, como diseño, administración o logística, mientras que las que no han incorporado a su estructura la comercialización del producto, presentan carencias de personal cualificado. Atexga recomienda de hecho a las compañías de confección que adapten sus plantillas a las nuevas necesidades del mercado para competir.

El secretario xeral de la Federación de Textil e Industrias Afines de Comisiones Obreras de Galicia, Manuel Lores, es de los que piensa que el sector textil destruirá más empleo del que ha desaparecido en los dos primeros meses del año y de hecho considera que a los datos de afiliación de la Seguridad Social hay que sumarle alrededor de 2.000 trabajadores para tener una visión real del empleo que genera en Galicia el sector textil.