Ya lo intentó hace ocho años y no se da por vencido. El presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), José Manuel Fernández Alvariño, expondrá a última hora de la tarde de mañana a su comité ejecutivo de su intención de presentarse a la presidencia de la patronal gallega al presentar una candidatura alternativa a la de Antonio Fontenla. En las últimas semanas ha sumado numerosos apoyos y las cuentas, aunque justas, le salen. “Si me presento a la presidencia de la patronal gallega es con la convicción de que voy a ganar. Creo que es necesario aire fresco en la cúpula empresarial gallega. Estoy dispuesto a dar todo de mí para sacar a Galicia de la crisis”, afirma.

-¿Qué motivos le impulsan a presentarse a la presidencia de la Confederación de Empresarios de Galicia?

-Creo que es el momento de un cambio. Mi filosofía es que es necesaria una limitación en el tiempo de los mandatos. Cuando entré en la CEP me propuse un mandato de ocho años y me quedan dos, la misma filosofía que mantuve cuando presidí el Club Financiero Vigo. Respeto a quien quiera estar quince, veinte o cuarenta años... pero creo que una limitación de mandatos permitirá oxigenar la organización.

-¿Cambiaría algo en el funcionamiento interno de la CEG?

-Sí. Primero limitaría el tiempo de mandato y después eliminaría la delegación de voto. Si un empresario no va a votar cada cuatro años es que no le interesa participar. Quiero enamorar a los empresarios para que se impliquen en su marcha. La delegación de votos es para mí lo más antidemocrático que se puede dar. A ningún empresario se le puede secuestrar su voto. No digo que lo vaya a hacer mejor que Fontenla, lo haré distinto, totalmente distinto.

-¿En qué equipo se apoyaría?

-En el de las cuatro confederaciones provinciales. Voy a exigir que haya cuatro presidentes provinciales, no tres como ahora. Cada provincial tiene unos magníficos profesionales de estudios de avances y me apoyaré en ellos. Nunca estaré con el presidente de la Xunta sin mis cuatro presidentes. Y si mañana yo no soy presidente de la CEG, exigiré estar presente en cualquier reunión con alguna autoridad política. También echo en falta la participación de asociaciones sectoriales tan importantes como el de la acuicultura o el de las nuevas energías, quiero que estén todos.

-¿Con qué apoyos cuenta para su elección?

-Indudablemente no lo tengo fácil, está clarísimo. Esto no es ninguna contienda política ni ninguna confrontación. Tanto el señor Fontenla como cualquier otro candidato que se presente lo que hace es asumir una responsabilidad, que en mi caso cambiaría bastante mi vida y también mi calidad de vida. He hecho un acto de reflexión enorme porque no es lo mismo llevar Pontevedra, que es una magnífica provincia, que toda Galicia. Me presento con ilusión y como no hay ninguna confrontación nadie pierde. El que gane será un candidato que quiera asumir esa responsabilidad y a partir del día siguiente todo el mundo tendrá que ponerse a trabajar.

-¿Cuáles son sus propuestas?

-Nos encontramos en un momento de cambio y debemos potenciar las medidas que nos pueden salvar de la crisis. Si accedo a la presidencia de la CEG me gustaría impulsar un gran pacto social, un diálogo real con los sindicatos y los partidos políticos con el único objetivo de poder salir de la crisis. No vale sentarnos en una mesa y que nos hagan fotografías. No vale la pena sentarme con dos sindicatos y que me falte uno. Tendremos que convencer a los tres grandes sindicatos gallegos de que tenemos que hablar. Es uno de mis grandes objetivos.

-¿En qué consistiría ese pacto?

-En impulsar determinados sectores que son los que tiran del resto y de toda la economía de Galicia. Por ejemplo, para el sector de la automoción: pediré que haya ayudas directas a la compra de vehículos. Es necesario que se deje de pensar y de elucubrar proyectos para un coche eléctrico en el 2020. Es algo que me parece muy bien, pero es necesario un plan Prever y que copien de Alemania, Francia, Italia o en España a la comunidad Foral de Navarra. Con esto Citroën podría producir mucho más y salvaríamos unos ERE que rondan por ahí.

-¿Qué otros sectores considera estratégicos para Galicia?

-El lácteo es fundamental. Significa la esencia del campo en Galicia. Aquí tendría que haber otro gran pacto, porque es de tal importancia para la comunidad que nos cercena la posibilidad de crecimiento económico. También incidiría en el sector forestal. En nuestro último comité ejecutivo denunciábamos el abandono de los montes y como nos toque un verano conflictivo de incendios perderemos un sector tan importante como el de la madera. También tenemos que crecer en acuicultura, respetando todas las medidas medioambientales, pero no podemos perder ese liderazgo. Necesitan ayudas los sectores del turismo, de los astilleros y de la construcción...

-¿Por dónde empezar?

-Por las comunicaciones y las infraestructuras. Primero ofertando “en red” todos los puertos del Estado en Galicia. El canal de Panamá está ensanchándose y en el año 2012 va a crear unos nuevos tráficos que no podemos perder. Concibo la comunidad como una unidad que pueda ofrecer a España y al mundo 200.000 empresarios. Me niego a los localismos provinciales. Tenemos tres aeropuertos en Galicia, además del de Oporto, en lugar de competir deberían complementarse. Defiendo al Galicia empresarial global.

-¿Hay en Galicia sectores sin explotar?

-Claro, por ejemplo el fotovoltaico y fototérmico para aprovechas mucho más la energía natural. Le propondré al nuevo conselleiro de Industria, Javier Guerra, implantar 1.000 parques de estas características en terrenos infrautilizados. Además, es necesario crear un sello de calidad para los productos de nuestros sectores más importantes lo que nos proporcinaría un importante valor añadido.

-¿Y el despido barato por el que aboga Díaz Ferrán?

-Aquellas personas que digan que los empresarios queremos despidos baratos están completamente equivocadas. Mi idea es consolidar puestos de trabajo estables para que se recupere el consumo. Otra cosa es que cuatro millones de parados nos obliguen a hacer una reflexión de que algo va mal y de que algo tenemos que cambiar. Y es cierto de que algo tiene que cambiar en esas estructuras de contratación o de flexibilización. Tenemos el doble de la tasa de la media europea y debemos adoptar medidas.

-¿Golpea fuerte la crisis a Galicia?

-Hemos perdido el plus de ventaja que teníamos con el resto de España, no por una mala gestión empresarial sino porque no se tomaron medidas para facilitar ayudas directas al mantenimiento del empleo y por la falta de créditos a las empresas. Me reuniré con las dos cajas gallegas y con el Banco Pastor para intentar que potencien las líneas de préstamos.

-¿Es el desempleo en mayor de los riesgos?

-Sin duda. Que haya 80.000 familias gallegas sin prestaciones es un auténtico drama; que existan 200.000 parados en la comunidad es brutal y que tengamos 4 millones desempleados en España nos ponen al borde del abismo. Empresarios, sindicatos y administración no han hecho los deberes cuando tenemos estas cifras.