Los sindicalistas del metal que llevan desde el pasado miércoles encerrados en la planta cuarta del edificio administrativo de la Xunta en Vigo proseguirán con su protesta, al menos durante el fin de semana, pese a la entrevista que han mantenido ayer con el nuevo director general de Relaciones Laborais.

Los sindicatos lamentan que el responsable de la Xunta tardara 48 horas en reunirse con ellos, cuando sí lo hizo “bastante antes” con la patronal del sector metalúrgico.

El encierro de los representantes de las tres sindicatos es como consecuencia de las posturas enfrentadas con la patronal por la negociación del convenio colectivo del sector metalúrgico, que en la provincia de Pontevedra afecta a unos 27.000 trabajadores. Para los empresarios el objetivo “primordial” es la “supervivencia y mantenimiento de las empresas y los puestos de trabajo”.