La fábrica de Seat con sede en Martorell (Barcelona) fabricará finalmente el nuevo Audi Q3, según anunció en primer lugar el presidente de comité de empresa, Matías Carnero (UGT), y que más tarde se confirmó en el XII Congreso de UGT de Cataluña. La concesión a la filial española se produjo tras numerosas negociaciones entre el Gobierno de España, la Generalitat catalana y la empresa alemana Volkswagen.

La plantilla de Seat en Martorell está de enhorabuena. La decisión adoptada por los trabajadores de congelar su salario para obtener la concesión del nuevo modelo Q3 de Audi ha tenido sus frutos. Volkswagen ha tenido en cuenta criterios de costes y de competitividad a la hora de realizar esta concesión, en la que también han jugado un papel fundamental las intensas negociaciones con el Gobierno y con la Generalitat.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, y el conseller de Innovación, Universidades y Empresa, Josep Huguet, viajaron a Alemania la semana pasada para hablar con la dirección del consorcio germano del potencial de la fábrica catalana. A pesar de que regresaron sin un compromiso firme ni una oferta sobre la mesa, VW ha decidido finalmente contar con la planta de Martorell para su fabricación.

Tras la reunión de Sebastián y Huguet, el Gobierno de España concedió a Seat una ayuda de 100 millones de euros, con cargo a los 800 millones del Plan de Competitividad de Automoción. Aunque los sindicatos y la administración se mostraban optimistas, en el momento de la adjudicación de esta ayuda, el modelo no estaba asegurado.

Los trabajadores de la sede de Seat en Martorell toman aire ante este hecho en un momento especialmente delicado para el sector de la automoción. Martorell competía con otras fábricas situadas en Bratislava (Eslovaquia) y otra en Alemania, que presionó fuertemente para que la fabricación del Audi Q3 no saliera del país. Seat no ha confirmado la noticia, pero en la jornada de hoy emitirá un comunicado de la compañía.

La dirección de la filial española de VW había exigido a la plantilla la necesidad de congelar los salarios para contener costes, así como prolongar el ERE temporal para salvar el excedente de 1.500 empleos, que previsiblemente quedará ahora solventado con el nuevo modelo. El Q3 se empezará a producir en 2011, según los planes de la multinacional.