Mientras los empresarios del sector pesquero gallego ya anunciaron hace días su intención de plantear de inmediato sus demandas a Rosa Quintana, la nueva titular de la Consellería de Mar de la Xunta, que se centran en medidas para atajar la crisis y, en lo más concreto, en la aprobación de los planes de adaptación de flota, desde los sindicatos del sector se reclama que el nuevo equipo de la Xunta haga todo lo posible por que “se visualice” la parte social del sector, en palabras de Ramiro Otero, responsable del Comunicacciones, Transportes y Mar de CC OO.

“Creemos que[Rosa Quintana] es una mujer que conoce bien el sector, tal como está, y nosotros lo que esperamos es que se visualice la parte social, que es la gran asignatura pendiente de todos los gobiernos gallegos”, explica Otero, antes de concretar que tal nueva óptica debería centrarse en “mejoras en los aspectos sociales y laborales” del sector.

Así, Otero avanza que “esperamos que el nuevo equipo impulse la negociación colectiva de cara a normalizar las relaciones laborales en el sector. Nadie hasta ahora lo hizo”.

Asimismo, muestra su confianza en que “se regularice la pesca ilegal, que existe también en Galicia, además de atender el marisqueo y controlar del furtivismo. Esa debería ser también una de las funciones prioritarias de la nueva conselleira”, de la que aún desconocen sus “competencias reales” y “a partir de ahí, se valorará” su trabajo.

Con respecto a la posibilidad de modificar la nueva Lei de Pesca, el responsbale de CC OO matiza que “aunque tampoco nos satisface enteramente, es una renovación y un avance pero en la actual situación de crisis no creo que sea lo más importante”. Precisamente, sobre la crisis, entiende que “hay que afrontarla desde una óptica distinta a la de los armadores, que plantean sólo la subvención por la subvención, hay que tener en cuenta que las ayudas deben darse en función del futuro de cada empresa”.

Sobre la propuesta de los armadores de adaptación y redcucción de flota, Otero entiende que “hay que verlos, bien y no se puede plantear sólo por un lado sin ver el coste social y laboral y sus consecuencias para las tripulaciones y este asunto debería estar en el compromiso de diálogo que demandamos”.

Por su parte, desde CIG-Mar, su responsable, Xavier Aboi, reclama a Quintana que “cuanto antes se reúna con todo el sector, y no sólo con los que supuestamente la apoyaron para ser conselleira, para ver qué quiere hacer y que empiece a hablar de los problemas acuciantes que tenemos”.

Así, señala como metas a lograr por la nueva conselleira “al menos intentar resolver asuntos como el de la venta del pescado, cuyos precios de ahora son una locura, el de la intermediación, el de las tripulaciones ilegales o el de los convenios colectivos”. Sobre este asunto, Aboi exige que “de una vez por todas”, se tomen medidas para lograr acuerdos colectivos y “si los armadores no quieren sentarse a negociar, que se apruebe un convenio de obligado cumplimiento porque lo cierto es que los armadores están pidendo dinero todos los días”.

El mensaje de Aboi es claro. “Que piense que el sector no son sólo los patrones de algunas cofradías ni los grandes armadores” de cuya reclamación de ayudas para desguaces, el líder sindical nacionalista señala que “no somos partidarios del desguace generalizado porque es una falacia que con menos barcos haya mejores ventas; si eso fuera cierto, con las reducciones que aquí se hicieron, éste debería ser el país de las maravillas. A lo mejor, la solución son cuotas y precios dignos”.