En la octava reunión de la mesa de negociación del convenio del metal de la provincia de Pontevedra hubo ayer un avance, pero insuficiente según los sindicatos. La patronal ofreció la firma de un convenio por un período de dos años, asegurando el poder adquisitivo a los trabajadores y regulando la jornada laboral que es de 1.776 horas.

Estos son los tres puntos sobre los que patronal y sindicatos aceptan negociar en un convenio de transición debido a la crisis, pero los sindicatos proponen que el convenio sólo tenga una vigencia de un año y que los empresarios deben concretar cual será el aumento salarial.

El portavoz de la patronal, Javier Martínez, ve una salida “muy complicada” al convenio, mientras que el secretario general del Metal de la CIG, Miguel Malvido, califica de “insatisfactoria” la oferta y el secretario comarcal del Metal de CC OO, Ramón Sarmiento, considera “insuficiente” el avance.

Javier Martínez recuerda que mientras las grandes superficies están negociando la congelación de salarios durante cinco años y las empresas privadas negocian a la baja o reclamando la congelación, no tiene sentido que en el metal se pida un 6% de aumento”.

“Los sindicalistas creen que las empresas del naval y de la automoción son las que dominan el convenio provincial cuando la mayoría tienen convenio propio. De las 1.800 empresas a las que afecta el convenio y a los 22.000 trabajadores, sólo 5.000 pertenecen a la industria auxiliar del naval”, aclara el portavoz de los empresarios.

“No es un año para nada. Ni éste ni el que viene por la crisis, que está obligando al cierre de empresas y al despido de muchos trabajadores. Proponemos un convenio con una vigencia de dos años, porque es el margen que consideramos que se mantenga la situación actual, pero los sindicatos piden más subida salarial que en tiempos de bonanza”, añade Javier Martínez.

En opinión del portavoz empresarial “los sindicatos no ponen claras las cosas sobre la mesa y además no hay acuerdo entre ellos. Es cierto que se abre una pequeña luz, pero veo la situación muy complicada. Estoy preocupado, pero al mismo tiempo quiero mantener la esperanza, porque al final espero que los sindicatos entren en razón”.

Malvido salió insatisfecho de la reunión de ayer. “La patronal se movió y garantiza el poder adquisitivo pero no quiere concretar el aumento salarial y en lo que respecta a lo jornada asegura que se regularía”.

El portavoz de la CIG considera que “va a haber la necesidad de que el sector se mueva, porque el gesto de ayer es insatisfactorio. Sabemos que no es el mejor año, pero a los trabajadores hay que darles garantías suficientes”.

Sarmiento asegura que no “se han complido nuestras previsiones. El resultado de la reunión de ayer no nos sitúa en el escenario para alcanzar un acuerdo. El primer error de la patronal es presentar un convenio por dos años, hasta finales del año que viene. En un convenio de transición se quedaron con la parte que más les interesó. Quién asegura que la crisis va a durar tanto. Todo esto nos obliga volver a presentar la plataforma reivindicativa.”